Saturday, December 2, 2023

Descifrando Isaias 7,14

                                                 DESCIFRANDO ISAIAS 7,14

En el primer capítulo del evangelio de Mateo, versículo 23, hallamos la referencia que hace su autor sobre una profecía antigua que anticipa el nacimiento de Jesús de Nazaret; se trata de una profecía del libro de Isaías donde en el capítulo 7 versículo 14 dice: "El señor pues les dará esta señal: La virgen está embarazada y da a luz un varón a quien le pone el nombre de Emanuel". Empero hay que hacer una aclaración; la referencia de este versículo esta fuera de contexto de la manera como el autor de este evangelio lo presenta; si uno tiene la molestia de leer todo el capítulo 7, caerá en cuenta que el versículo en cuestión tiene otra connotación, veamos, en tiempo del reinado de Acaz en Judea, se levantaron en contra de este rey, Rasin rey de Siria y Pecaj rey de Israel (en tiempos del rey Salomón se dividió el reino Hebreo en el reino de Israel que agrupaba 10 tribus y el reino de Judá que agrupaba las dos tribus restantes) porque este rey no quiso aliarse con estos reinos para hacer frente al poderoso imperio Asirio. Acaz al saber de las intenciones de estos dos reinos se consterno de gran manera, entonces Yahvé le dice a Isaías que le diga a Acaz que no le tema a sus enemigos y que en un ofrenda le pida a su dios Yahvé una señal, Acaz no se atreve a pedir auxilio a su Dios porque ya había solicitado ayuda al rey de Asiria Teglatfalasar, entonces Isaías insiste mencionando la señal profética en el que dice que en el transcurso que una mujer joven embarazada dé a luz un niño y que esté crezca y cuando esté en capacidad de distinguir entre el bien y el mal (ósea en el lapso de unos siete u ocho años) los reinos de Israel y Siria serán desbastados: este es el contexto de Isaías 7,14. Es más el evangelista de Mateo que tiene a la mano la versión de la Septuaguinta de la Biblia escrita en griego koiné, interpreta la palabra párthenos exclusivamente como virgen cuando su significación también se refiere a mujer joven no virgen o doncella  según él contexto; hay que tener en cuenta que la Biblia hebrea escrito en Arameo o hebreo fue totalmente destruida tras el incendio y destrucción del Segundo Templo de Jerusalén tras la invasión de los Romanos en la Guerra contra los judíos el año 70 EC. Cuando los masoretas (escribas hebreos en tiempo de la diáspora) en el siglo II e.c. volvieron a traducir los libros del Tanaj al hebreo, para el libro de Isaías en 7; 14 emplearon la palabra העלמה que se pronuncia "almah" y quiere decir: doncella, mujer joven o muchacha lo cual el texto en español diría: "El señor, pues, os dará una señal: la joven está embarazada y da a luz un varón a quien le pone el nombre Emanuel"; Los Hebreos usaban una expresión diferente al referirse a una virgen (es decir una mujer que no ha tenido relación sexual) que se pronunciaba "betulah" y se escribe: בתולה. Esta traducción fue tema de discusión por muchos siglos, para la Iglesia Católica se trataba de una mala intención de los judíos de la diáspora por desvirtuar el embarazo virginal de María; sin embargo con el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto en 1947; se encontraron el libro completo de Isaías en hebreo, mucho más antiguo que la traducción de los masoretas y de la versión de la Biblia de la Septuaguinta; dándoles la razón a los masoretas ya que en Isaías 7; 14 se escribe "almah" y no "betulah" al referirse a la mujer embarazada.

John Meier, sacerdote norteamericano en su obra "Un judío marginal" reconoce que las narraciones sobre la concepción virginal de María en los evangelios de Mateo y Lucas "se trata de un teologumeno que es un término que suele emplearse para indicar un relato teológico que no representa un acontecimiento histórico;" reconoce además que "hoy, en la teología católica, la profesión de fe en Jesucristo Dios y hombre verdadero no exige necesariamente la concepción y el nacimiento virginal de Jesús" (Ibíd. pg. 235). Asimismo la necesidad que vieron los evangelistas Mateo y Lucas de hacer nacer a Jesús en Belén, cada quien por su cuenta en versiones disimiles y contradictorias es irrelevante para la cristología divina de Jesús pues el mismo Meier afirma: "Pero la ironía reside en que el origen terreno de Jesús, sea Nazaret o Belén, carece de importancia a fin de cuentas. En definitiva, Jesús procede de arriba, del cielo, del Padre, mientras que las personas que hacen la objeción sólo tienen ojos para lo de "abajo", para la "carne" de este mundo. Jesús se refiere precisamente a esto después, hablando de nuevo en el templo: «Vosotros pertenecéis a lo de aquí abajo, yo pertenezco a lo de arriba» (Jn 8,23); por eso no le pueden entender (Ibíd.; pg. 208).

Esta traducción de Isaías del hebreo ha sido aceptado por todos los eruditos en filología bíblica tanto confesionales como no confesionales, tanto es así que la última edición de la Biblia Católica en sus ediciones paulinas en Isaías 7; 14 reemplazo la palabra virgen por joven; en el campo de la erudición académica de la Historia del Origen del Cristianismo Primitivo, los teólogos católicos aceptan como la transcripción correcta del hebreo en Isaías, las encontradas en los rollos del Mar Muerto en Qumran, sin embargo desde el punto de vista catequético se soslaya la real dimensión de este descubrimiento, porque al no existir ninguna profecía sobre la manera en el que debería nacer el mesías, la narrativa del nacimiento de Jesús hecha por el evangelista Mateo carece de sustento.

Pero vayamos a analizar a quien se refería el autor del libro de Isaías cuando hace alusión de la joven embarazada, todos los profetas de aquel tiempo anunciaban predicciones de un futuro inmediato, no hacían predicciones para mil o dos mil años hacia adelante es un aspecto que hay que tener en cuenta; después de la profecía que dio Isaías el rey Acaz (que vimos en 7,14) más adelante el profeta escribe: "Y me llegue a la profetisa, la cual concibió y dio a luz un hijo. Y me dijo Yave: Ponle de nombre Maher-salal-hasbaz. Porque antes que el niño sepa decir padre mío y madre mía, será quitada la riqueza de Damasco y los despojos de Samaria delante del rey de Asiria" (Is. 8, 3-4) como se lee la profetisa es la mujer del profeta Isaías, con quien tuvo relación sexual producto del cual nació un niño y en el lapso de dos años (cuando el niño aprenda a hablar) los reinos de Siria e Israel serán aniquilados por los Asirios; esta segunda profecía se dio unos cinco a seis años de la primera; en esta segunda profecía sabemos que el niño en mención es el hijo del profeta, sin embargo hasta ahora no sabemos de quién es hijo de la primera profecía; veamos en 8,18 Isaías escribe: "He aquí, yo y los hijos que me dio Yave somos por señales presagio por Israel, de parte de Yave de los ejércitos que mora en el monte de Sion". No es difícil deducir que la joven embaraza de 7,14 también es la profetisa o mujer del profeta Isaías, luego el niño Emanuel es hijo del profeta.

 



 

  

 

Thursday, October 13, 2022

 

EL HOMBRE UN INTRUSO EN LA TIERRA


NUEVOS DESCUBRIMIENTOS ARQUOLOGICOS NOS OBLIGAN A REESCRIBIR LA HISTORIA DE NUESTRA HUMANIDAD




1.- ESPECIES HUMANAS QUE CONVIVIERON CON LA NUESTRA

Hurgar en los albores de la prehistoria cuando nuestra especie, el "homo sapiens", hace su aparición sobre la faz de nuestro planeta parece tarea bastante difícil para la Antropología, la Paleontología y disciplinas relacionadas como la Antropología física, la Arqueología, la Lingüística, la Antropología social y la Antropología biológica. Hasta mediados del siglo pasado se pensó que la evolución humana fue lineal, tan es así que cuando se descubrieron los restos óseos del Homo Neanderthalensis, se pensó que era una especie antepasada de la nuestra ya que la antigüedad de estos restos databan por encima delos cien mil años, y en ese entonces los restos óseos de nuestra especie más antigua correspondía al hombre de Cromagnon con una antigüedad de cincuenta mil años, sin embargo en los años 50' del siglo pasado se descubrió uno de los últimos reductos de neandertales, datados en unos 28 000 años, se encontraron en el sur de la Península Ibérica; este hallazgo cambio totalmente la configuración del árbol genealógico que se tenía hasta entonces del proceso evolutivo de nuestra especia; la cosa se complica aún más cuando años después se descubren restos óseos de otras especies del género Homo tales como el Homo Florecienses y el Homo Denisoviensis cuya datación era contemporánea en la época cuando ya poblaban nuestro paneta nuestra especie. Los estudios actuales establecen que los humanos se dividieron de los neandertales y de los denisovanos hace 571 000 años, mientras que los neandertales y los denisovanos se separaron hace 381 000 años. Es necesario recalcar que no existe un consenso entre todos los estudiosos de la evolución humana en cuanto a dicha línea evolutiva pero, entre las deducciones posibles, y a manera de conclusiones, se puede mencionar lo siguiente: 1) hace cuatro millones de años, en el este de África, en particular en la región de Afar, Ardipithecus ramidus evoluciona hacia A. afarensis con cambios de una morfología asociada a una vida arbórea hacia una de mayor actividad terrestre. Como se mencionó, este cambio se pudo dar en un periodo relativamente corto y no implica forzosamente que el cambio climático haya sido el factor determinante; 2) la evolución de A. afarensis hacia A. africanus ocurre aproximadamente hace tres millones de años y se puede interpretar como un proceso de especiación geográfica en el cual algunas poblaciones de A. afarensis lograron llegar y establecerse en el sur de África, y desarrollaron las características de A. africanus. Las poblaciones originales de A. afarensis permanecieron prácticamente sin cambio hasta su extinción en el Este de África, 3) Alrededor de 2.4 millones de años atrás, en el sur de África, alguna o algunas poblaciones de A. africanus evolucionaron hacia Homo habilis; este evento se relaciona sobre todo con el desarrollo de la capacidad de elaborar herramientas líticas y con un aislamiento reproductivo posiblemente conductual, dada la no existencia de asilamiento geográfico claro entre ambas especies; 4) algunas poblaciones de la forma pequeña de Homo habilis evolucionan hacia H. erectus; este proceso de especiación es favorecido a finales de la existencia de H. habilis como especie, dada la amplia distribución geográfica que había alcanzado. El este de África es señalado como el área de origen de H. Erectus, dado que ahí se encuentran los registros más antiguos de la especie, de cerca de 1.8 millones de años; y 5) por su existencia de cerca de un millón y medio de años, sin sufrir cambios morfológicos notables, Homo erectus es visto como una especie sumamente exitosa. Es el primer homínido que logra dispersarse hacia la mayor parte de África e incluso hacia Europa, Asia y Oceanía. Una de sus poblaciones, registrada en la península Ibérica y nombrada por algunos especialistas como Homo heidelbergensis, es considerada como el ancestro que da origen a los neandertales hace cerca de 720 000 año; asimismo el homo heidelbergensis cuya población, conservó su residencia en el este de África, alrededor de 160 000 años antes del presente, evolucionó y dio origen a nuestra especie: Homo Sapiens. Sin embargo, los hallazgos arqueológicos siguen dando a luz nuevas especies humanas que convivieron con la nuestra,  un  antiguo cráneo encontrado en el fondo de un pozo en la ciudad Harbin (noreste de China), podría pertenecer a un nuevo espécimen de hombre primitivo. Esta sería la más reciente adición al árbol genealógico humano que crece y cambia con increíble velocidad, gracias al hallazgo de fósiles y los avances en los análisis de ADN., esta especie parece ser más emparentado con la nuestra y se le ha llamado homo longi.

En los inicios de nuestra humanidad, quizás hace 160 mil años AEC, las primeras comunidades humanas aprendieron a vivir agrupadas en clanes seguramente para protegerse principalmente de los grandes animales depredadores; cada quien cumplía a cabalidad sus obligaciones y todo lo que hacían y obtenían era para beneficio del clan, no existía la propiedad personal de las cosas, todo era comunitario; no sabemos a ciencia cierta cómo era las relaciones con otras comunidades o clanes de nuestra misma especie, es decir si estas relaciones eran hostiles en la lucha por la supervivencia o en el mejor de los casos esta convivencia con los clanes vecinos era pacífica y tal vez existían el intercambio de lo que obtenían cada quien producto de la recolección, la pesca y la caza; era un comportamiento natural e instintivo para preservar la especie. Lo que sí se pudo terminar a través del estudio antropológico comparado entre el homo Sapiens y el homo Neanderthalensis es que los primeros eran más accesibles a la socialización entre miembros de diferentes clanes hace cuarenta mil años, que estos últimos; los retos óseos conjuntamente con utensilios y enseres fabricados por ellos, encontrados en Europa de ambas especies que datan de hace más de treintaicinco mil años (cuando nuestro planeta atravesaba la última era glacial) así lo determinan, los grupos de neandertales eran muy reducido solamente compuesto por una familia que vivian totalmente aisladas de otros de su misma especie, mientras que los Sapiens estaban compuestos por clanes mucho más numerosos producto de la unión de dos o tres clanes más; esta diferencia determino la supervivencia de nuestra especie en contra de los neandertales quienes se extinguieron.

2.-¿FUE EN EL CRECIENTE FERTIL DONDE SE DIO INICIO NUESTRA ACTUAL CIVILIZACION?

Nuestra especie que formaban comunidades numerosas eran nómadas se refugiaban en cuevas y se cubrían con pieles de animales; tuvieron que pasar 110 mil años, después del término de la última era glacial (esto hace doce mil años), para que las primitivas comunidades humanas descubrieran la agricultura y luego aprendieran a domesticar a algunos animales, de esta manera pasaron de ser comunidades nómadas a comunidades sedentarias formándose así las primeras aldeas, con la domesticación de la oveja aprendieron a usar de la fibra de su lana para hilarlos y tejer sus vestimentas, de la manera con lo que hacían ya con las hojas de palma, mejoraron la técnica del tejido, con el cultivo del algodón muchas generaciones después también hilaron sus fibras y tejieron sus prendas todo esto lo hacían manualmente, hasta que inventaron las primitivas tejedoras manuales (que aun se usan en muchas comunidades indígenas en varias partes del mundo en vías de desarrollo) que hicieron que su labor fuera mas rápida. Luego vino la cerámica con la que elaboraron vasijas con la arcilla, también aprendieron a elaboran ladrillos con la que edificaron sus viviendas con mucha mas rapidez que con lo que hacían con piedras pulidas. Es en esta etapa donde se manifiestan rasgos culturales dentro de nuestra especie; es decir existen creencias religiosas comunes, una organización social jerarquica, un sistema común de lenguaje tanto oral como simbolico; hay manifestaciones artísticas y la aparición de la escritura. En fin conforme la humanidad iba teniendo grandes progresos en innovaciones tecnológicas que facilitaran el confort y la necesidad de extender sus áreas cultivables es que empiezan los enfrentamientos con asentamientos vecinos. Entonces las comunidades ya dejaron de ser solidarias convirtiéndose mas hostiles entre si por el interés de extender sus dominios territoriales, obviamente que el grupo mas numeroso y mas fuerte dominaba a los demás, es así como las antiguas comunidades humanas que progresaron con innovaciones tecnológicas lo hacen en base a la dominación de de las otras comunidades con menos progreso. El antropólogo Clyde Kluckhohn un icono en el estudio de la antropología contemporánea del siglo pasado señala cuatro requisitos indispensables para que una cultura sea denominada civilización: 1) La existencia de un conjunto urbano de por lo menos cinco mil personas; 2) La existencia de una lengua y un sistema de escritura que sea de conocimiento y uso colectivo. 3) La existencia de centros ceremoniales, utilizados para practicar cultos religiosos. 4) La existencia de una autoridad central con la capacidad suficiente para ejercer control sobre la población, es decir la presencia de cualquier forma de Estado. Las primeras civilizaciones con estas características surgen en lo que llamamos la zona del Creciente Fértil, que comprende las zonas desde el Monte Magros en el Asia menor pasando por los ríos Éufrates y Tigris, el MonteTaurus hacia el norte hasta el rio Nilo por el Sur (el noreste de África). Sin embargo recientes descubrimientos en Turquía de un antiguo santuario que se levanta en el punto más alto de una extensa cadena montañosa situada a unos 15 km al nordeste de la ciudad de Sanliurfa (antigua Urfa/Edessa), en el sudeste de Turquía, cerca de la frontera con Siria; llamado Gobekli Tepe cuya antigüedad es datada de hace unos doce mil años, es decir cuando nuestra especie todavía vivía en el estadio de la edad de piedra rompe por completo el paradigma que se tenía respecto a los requisitos que debían tener una cultura; ya que lo que se encontró en esta zona de Turquía fue una edificación de piedra muy bien estructurada y con un sistema de conocimientos en construcciones arquitectónicas, edificación construida por tribus nómadas que supuestamente aun no conocían la agricultura ni la cerámica ni mucho menos la escritura. Este descubrimiento renace la teoría del arqueólogo austriaco Arthur Posnansky quien hace cien años calculo que la cultura del Tiahuanaco en Bolivia tendría unos diecisiete mil años de antigüedad, por esa época su teoría fue puesta en ridículo sin embargo actuales arqueólogos con las modernas técnicas de datación como Niel Steede afirman categóricamente que esta antigua cultura de sudamericana tendría unos doce mil años de antigüedad. Es decir al igual que el antiguo santuario de Gobekli Tepe de Turquia estas edificaciones muy antiguas contradicen lo que hasta no hace muchos años se creía de la historia oficial del de nuestra civilización; lo que nos obliga a reescribir la historia de nuestra humanidad aun no conocida planteándonos nuevos cuestionamientos. ¿Sera que existieron civilizaciones mucho más antiguas antes que la nuestra? Es posible que haya sido así y que por algún desafortunado acontecimiento cataclistico desaparecieron dejándonos el legado de sus conocimientos a través de sus sobrevivientes que en las tradiciones de muchos pueblos aun en estado primario de desarrollo aparecen como seres enviados por sus Dioses para ensenarles muchos conocimientos; así tenemos a los Anunakis de los antiguos Sumerios, Viracocha el Dios mitológico de los andes que castigo a los primeros seres humanos que creo y que eran gigantescos por no cumplir con sus normas origino un gran diluvio y solamente quedaron tres hombres, escogidos por el Hacedor, para servirle y auxiliaran a crear varias nuevas gentes. Para la antigua civilización egipcia antes de los faraones vinieron de tierras lejanas unos sabios dirigidos por Thot quien es el primer Hermes que había vivido antes del Diluvio se cree que fue el primero en Egipto que conoció los caracteres de los dioses, el que enseña a Kamefis los secretos del Arte Sagrado, la astrología y la alquimia. Curiosamente hoy sabemos que el diluvio bíblico, que no solamente es narrado en el génesis hebreo sino que también están contadas en las tradiciones de otras culturas muy alejadas del medio oriente como las civilizaciones de la India, la China, las lejanas tribus de Norteamérica y las civilizaciones de meso y sudamericana; con toda seguridad sucedió cuando termino la última era glacial de nuestro planeta, esto fue hace unos doce mil años.

 


Saturday, September 15, 2018


VERDADES Y MISTERIOS SOBRE EL JUICIO, PASION Y MUERTE DE JESUS DESDE EL PUNTO DE VISTA HISTORICO


Todo lo que sabemos del  juicio, pasión y muerte de Jesús Nazareno están narrados por los cuatro evangelios canónicos; sin embargo para tener la certeza de su historicidad debemos acudir a fuentes externas que hacen referencias de este acontecimiento así tenemos el testimonio flaviano, que retirando todas las interpolaciones cristianas escribe así: “En aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio. Porque fue autor de hechos asombrosos, maestro de gente que recibe con gusto la verdad. Y atrajo a muchos judíos, y cuando Pilatos, a causa de una acusación hecha por los hombres principales entre nosotros, lo condenó a la cruz, los que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo. Y hasta este mismo día la tribu de los cristianos, llamados así a causa de él, no ha desaparecido.” (Antigüedades Judías Libro XVII, capítulo 3, versículo 3). La segunda fuente externas importante es la de Tácito en su libro de historia titulada “Anales” quien al narrar algunos acontecimientos negativos durante el gobierno de Nerón hace referencia del gran incendio que se produjo en Roma (15,44) y que este emperador culpo a los cristianos; por que la opinión popular sospechaba que el responsable era él, y el texto versa de la siguiente manera: “Por tanto, para acallar el rumor, Nerón creó chivos expiatorios y sometió a las torturas más refinadas a aquellos que el vulgo llamaba "cristianos",[un grupo] odiado por sus abominables crímenes. Su nombre proviene de Cristo, quien, bajo el reinado de Tiberio, fue ejecutado por el procurador Poncio Pilatos. Sofocada momentáneamente, la nociva superstición se extendió de nuevo no sólo en Judea, la tierra que originó este mal, sino también en la ciudad de Roma, donde convergen y se cultivan fervientemente prácticas horrendas y vergonzosas de todas clases y de todas partes del mundo.”   Para el prestigioso Filólogo español Antonio Piñero “lo que es histórico del relato de la pasión es el prendimiento de Jesús por los soldados romanos, el juicio ante Pilatos y la sentencia a muerte por crucifixión  de Jesús como sedicioso a los ojos del Imperio al predicar el reino de Dios, su muerte y sepultura; cumplen con el criterio de dificultad, porque la muerte de Jesús en la cruz dificulta la credibilidad de su mesianismo, estaría en la ruta de los anteriores pretendientes mesiánicos fracasados”( Conferencia efectuada entre los días 18, 19, 20 y 21 de Octubre del 2017 en la celebraron de las V Jornadas del Misterio de la Costa Tropical en el Teatro Calderón de Motril reuniendo a investigadores y ponentes de indudable interés. A. Piñero es uno de los prestigiosos estudiosos del cristianismo primitivo y de la vida del Jesús histórico, publicando un sinfín de libros como “Los cristianismos derrotados” “Jesús y las mujeres”, Guía para entender a Pablo”, “El otro Jesús” etc.) Quiere decir que lo realmente histórico fueron la captura de Jesús por los romanos, su juicio ante Poncio Pilatos, su condena a muerte por crucifixión un día 14 de Nissan, viernes, día en que los judíos celebraban las pascuas (el día del pesaj). Estos acontecimientos representaron un gran problema para las primeras comunidades judeo-cristianas para justificar el mesianismo de Jesús; en el curso de algunos años después de la muerte de su maestro sus discípulos reelaboran una serie de conceptos teológicos como la muerte expiatoria del mesías para pagar el pecado de los hombres. Sin embargo ¿Cómo justificar la muerte en crucifixión cuando el mismo Moisés dice: “Si un hombre culpable de algún delito  que merece la muerte, ha sido ajusticiado y lo colgareis en un madero; no dejareis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrareis el mismo día; porque maldito por Dios es el colgado, y no contaminaras tu tierra que Yahvé tu Dios te da por heredad.” (Dt. 21; 22-23)? O sea Dios mismo maldice al quien muere colgado de un madero; entonces habría que preguntarse ¿Cómo permitió para su redentor ese tipo de muerte que el mismo maldijo  para el hombre? Pero Saulo de Tarso con mucha astucia le da otro contexto y escribe: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley; hecho por nosotros (los hombres) maldición; porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero” (Ga. 3-13) lo que nos da a entender que la maldición no es de Dios sino del hombre; porque estaríamos concluyendo que Dios se equivocó y aun siendo omnisciente no planifico otro tipo de muerte para su unigénito;  del que el  mismo no haya maldecido.
Por otro lado  cuando  los discípulos de Saulo de Tarso se fueron distanciando más de los primeros judeo-cristianos así como de los judíos; los mismos que los perseguían por herejía; entonces empezaron a culpar a no solo a las autoridades judías sino a todo el pueblo judío de la muerte de Jesús. Los evangelios fueron escritos después de la destrucción de Jerusalén por los romanos los años 70 e.c. y 73 e.c. por la rebelión de los judíos a partir del año 66 e.c. y tanto los judíos como las primeras comunidades cristianas tuvieron que tener un perfil bajo en sus escritos referentes a su situación frente al imperio romano; por tanto los evangelistas al narrar los sucesos acaecidos en tiempo de Jesús tenían que descartar cualquier indicio histórico que comprometiera al Jesús histórico con actos subversivos contra Roma, difundieron parte de la doctrina de Jesús relacionadas con temas éticos-religiosos y la proclamación de un reino de Dios etéreo; y al narrar sobre la pasión y muerte de Jesús trasladaron la responsabilidad de este hecho histórico a los judíos y  cambiaron la actitud y comportamiento de Poncio Pilatos como que era este prefecto romano que quería a toda costa salvar de la muerte a Jesús; un poco más y le colocan una aureola y lo canonizan a San Pilatos;  veamos que nos dice Robert Amberlain sobre este asunto: “Antes que nada, debemos llamar la atención sobre el hecho de que Pilatos, procurador de Roma en esas regiones lejanas, representaba allí al cesar, en este caso a Tiberio, que no era precisamente un emperador bondadoso y cándido. Además, Pilatos tenía como tarea esencial mantener el orden, pero el orden romano únicamente. Las acusaciones que se dice que los judíos llevaron ante el procurador contra Jesús no es posible que sean verídicas. Pilatos despreciaba a los judíos, como todo romano. Tenía para con ellos la mano dura, y Flavio Josefo nos dará numerosas pruebas de esta actitud. Sea lo que fuere, Pilatos seguro que no estaba al corriente de las sutilezas de todas esas doctrinas judías, expresadas en manuscritos que no poseía, y en una lengua que ignoraba; el hebreo. Oralmente todavía le resultaba peor. Por eso eran tan despiadado frente a cualquier agitación: «Por aquellos tiempos se presentaron algunos, que le refirieron el caso de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilatos con la de los sacrificios que ofrecían...» (Lucas, 13, 1-5). Este procurador de mano dura no apreciaba en absoluto a aquel Jesús que deambulaba del norte al sur y del este al oeste de Palestina, predicando un doctrina y un reino que no tenían lugar en el orden romano, y, sobre todo, arrastrando tras de sí, en esa manía suya de deambulación, a todo ese tropel de gentes vagabundas, en la que se incluían numerosos asesinos zelotas.” (pg. 189 “Jesús o el Secreto mortal de los Templarios” por R. Amberlain, Ediciones Martínez Roca, Barcelona, 1982); al respecto el filósofo alejandrino Filón el judío: en su obra Legatione ad Gaium pagina 301 lo describe como “por naturaleza rígido y porfiadamente duro” y “de naturaleza rencorosa y hombre excesivamente iracundo”; comenta también de “los sobornos, los actos de soberbia, los actos de violencia, los ultrajes, los casos de tratamiento basados en el rencor, los constantes asesinatos sin juicio, la incesante y sumamente agravante brutalidad” de los que podían acusarlo los judíos ante el emperador, lo que al final ocurriría.
Asimismo quisieron desaparecer el seudónimo con el que era conocido su líder como Yeshua Bar-Abba; al respecto Rober Amberlain nos escribe que: “…el gran Orígenes, que murió en el año 254, aseguró, que dicho nombre figuraba en ciertos manuscritos que obraban en su poder, con lo que de este modo nos aporta la prueba de que, ya en el siglo III, existían documentos más antiguos que los tres que aquí hemos citado, y que aplicaban el nombre de Jesús a ese misterioso Barrabás.”(pg. 145, “Los secretos del Gólgota” por Robert Amberlain; Ediciones Martínez Roca S.A. ,1 de junio de 1986; España); por esta razón se inventan una serie de hechos no históricos en la pasión y muerte de Jesús; en el comentario que hiciera algunos días atrás sobre este tema, descartamos la historicidad del juicio judío en el Sanedrin; luego también descartaremos el hecho que fueron los judíos quienes prendieron a Jesús y lo entregaron a Poncio Pilatos pidiendo la pena de muerte del nazareno por crucifixión. Como ya dijimos Jesús fue capturado por las tropas romanas en el huerto de Los Olivos, al parecer lugar donde se escondían el líder nazareno y sus seguidores galileos luego del asalto a los mercaderes en el Templo de Jerusalén algunos días antes; el juicio ante Poncio Pilatos seguramente fue muy sumarísimo y luego condenado a pena de muerte por la autoridad romana; los evangelistas nos narran la aversión que tenían las autoridades judías contra Jesús y muy por el contrario la intención de Poncio Pilatos de querer evitar la pena de muerte del nazareno; lo cual nos merece toda nuestra incredibilidad por la serie de actos fuera de contexto histórico como por ejemplo el de la supuesta costumbre de la sustitución legal de un condenado por otro con ocasión de la Pascua judía tal como nos lo narra el evangelista Juan cuando Pilatos dice a los judíos: “…es costumbre en la pascua que yo les devuelva un reo..” (Jn. 18,19); ese derecho de gracia no existía en la tradición judía; Marcos y Mateo nos hacen saber que la costumbre de liberar a un preso por fiestas pascua provenía del prefecto romano;  la intención de los evangelistas era desvincular el sobrenombre de Jesús Bar-Abba con la de otro personaje ficticio llamado Barrabas quien era un sedicioso y  el pueblo exige su liberación según Lucas quien es el único quien no comenta sobre la falsa costumbre de liberar a un reo en la Pascua judía; tal parece que la verdad oculta en Lucas es que el pueblo exigía la liberación de su líder mesiánico Yeshua Bar-Abbas. Poncio Pilatos odiaba a los Judíos y en la vida se iba a dejar manejar por los sumos sacerdotes como se nos lo cuentan en los evangelios e inclusive en la supuesta  tradición de fiesta de Pascua de conmutar la pena de un reo (tradición que como ya dijimos nunca existió), el intercambio de Barrabas un sedicioso zelota por la de Jesús a quien el prefecto no veía culpa alguna es algo que un historiador ajeno a toda influencia religiosa no se lo cree ¿Cómo podría un Prefecto Romano que representaba al Cesar dejar libre a un líder  zelota, enemigo de Roma por un hombre  en quien no veía culpa alguna inocente? John Dominic Crossan una de las eminentes autoridades en los que se llama historiografía del Nuevo Testamento en su Obra “Jesús: Biografía revolucionaria” nos dice lo siguiente sobre este asunto: “A mi juicio, todo este episodio (sobre el juicio de Jesús) es absolutamente anti histórico, y lo más probable es que se trate de una invención de Marcos. Dos son los motivos en los que me baso. Uno es que la imagen que ofrece de Pilato, en exceso condescendiente con el griterío de las turbas, es justamente la contraria de la que conocemos por los relatos de Josefo. Su especialidad  era precisamente el control brutal de las multitudes. El segundo es que esa costumbre de la amnistía sin restricciones, de liberar a cualquier preso que solicitara el pueblo, con motivo de la festividad de la pascua, iría contra los dictados de la más elemental prudencia administrativa.”  (pag. 159; “Jesús; Biografía Revolucionaria” por John Dominica Crossan; Ediciones Grijaldo  Mondadori, Barcelona-España, 1996).
Para abundar en argumentos a favor de la ahistoridad de la consulta popular para amnistiar a un reo condenado a muerte nos remitimos lo que nos dice Daniel-Rops: “Se ha discutido mucho sobre ese derecho de gracia que el pueblo podía reclamar, y que el reyes no disponían de ella, y en cambio tenían el poder de aumentar una pena que ellos juzgaran insuficiente. Y, en efecto, la remisión de las penas no es conciliable con el principio mismo de la ley mosaica, que ve en la falta una ofensa a Dios. En Roma sólo podía apelarse a los Comicios en caso de sentencia capital, pero no se ve que el pueblo hubiera tomado la iniciativa de pedir la gracia sin petición previa del condenado. Ahora bien, un papiro que data del año 86 u 88 de nuestra era confirmó el episodio evangélico al mostrar a un prefecto de Egipto perdonando a un culpable “a causa de la multitud”. El fundamento jurídico del acto de gracia importa poco, tanto si se trata de una forma de la abolitio, amnistía que los emperadores promulgaban con ocasión de sus victorias o de ciertas fiestas, como de una indulgentia, derecho de gracia que estaba en la mano de la persona del emperador, y que éste hubiera hecho extensivo a su representante. En este caso parece que se trató de una medida excepcional, resultante de unos hábitos locales de los que nosotros no estamos informados...” (Cf. Daniel-Rops, Jesús et son temps, X, “Le procès de Jésus”). Como se ve este episodio de un indulto sui generis en Egipto por una autoridad romana solo se dio en forma excepcional, empero lo que no nos explica Daniel-Rops que el reo en cuestión era un ciudadano romano; además el documento que hace alusión no es otro que el papiro de Florencia nº 50, que data del año 85 de nuestra era, y que nos proporciona un ejemplo de gracia concedida a un acusado por un magistrado romano a petición de la multitud. Contiene, en efecto, el proceso verbal de un juicio dictado por G. Septimius Vegetus, gobernador de Egipto, en favor de un tal Fibion, quien, por su propia autoridad, y estimándose por encima de la ley, había encarcelado a un hombre honorable y a su esposa, que eran sus deudores. Y el gobernador declaró entonces: “¡Merecerías ser flagelado! Pero te entregaré al pueblo” (Cf. A. Deissmann; Licht vom Osten, das Neue Testament und die neu entdeckten Texte der hellenistisch-römischen Welt, Tubinga, 1908, pp. 193-194). No existía en la jurisprudencia de la Roma imperial caso alguna en la que se indultara a un “lestei”, es decir a un rebelde contra el orden imperial, como lo fue seguramente Jesús Nazareno.
CONSECUENCIAS DE LA FALSEDAD HISTORIDAD DE LA PASION Y MUERTE DE JESUS
Cuando  el cristianismo se difunde en Roma la ideología de Pablo respecto a la doctrina de Jesús orientada a los no judíos, se hace más accesible a los romanos; es por ello que en el Concilio de Nicea en el año 325 EC es el cristianismo Paulista el que se impone por ser el más conveniente para los intereses del Emperador Constantino; ya por ese entonces existía entre los cristianos paulista un gran antisemitismo visceral porque consideraban que los Judíos fueron los responsables directos de la muerte de Jesús, exculpando de toda culpa a los Romanos; es muy probable que Constantino contribuyo en ese sentido, haciendo retirar de los evangelios canónicos cualquier vestigio, que culpara a las autoridades romanas de entonces de la muerte de Jesús. ¿Cómo se iba a difundir una religión entre los romanos cuando su Dios hecho hombre fue muerto por ellos mismos? Eso carecería de toda lógica; así que eliminan todo escrito en ese sentido y muy posible que modificaron también los escritos evangélicos bajo la vigilancia de Eusebio de Cesarea. Tanto así que el mismo Eusebio de Cesarea cuando en su Historia Eclesiástica pone en mención lo escrito por Josefo sobre los hechos de la guerra de los Judíos con los Romanos entre los años 67 y 73 EC comenta  finalmente que “de este modo, pues la Justicia de Dios, perseguía a los Judíos por sus crímenes contra Cristo” (pag.28 Libro II “Historia Eclecuastica”).  Reza Aslan, académico en Historiografía de Nuevo Testamento, en su obra “El Zelote” comenta sobre el juicio de Jesús redactado en Marcos Cap. 15 vers. 1-20 en los siguientes términos: “…un relato inventado por Marcos, con propósitos estrictamente evangelizadores, para absolver a Roma de toda culpa por la muerte de Jesús, se amplía hasta el punto del absurdo, convirtiéndose con el transcurso del tiempo en la base para dos mil años de antisemitismo cristiano” (pg. 181, “El Zelote; La vida y la época e Jesús de Nazaret”, Ediciones Urano SA, Barcelona-España; 2014).
 Pues no le falta razón, el pueblo judío durante la llamada época de la diáspora, estaban distribuidos en prosperas comunidades en toda Europa, sin embargo siempre fueron el blanco de los ataques de la nefasta institución creada por la Iglesia de Roma conocida como “La Santa Inquisición” que de santa no tuvo nada, más bien fue una maquinaria de tortura y muerte, muchas familias judías seguramente pasaron por esta corte y para salvar sus vidas tuvieron que convertirse a la fe cristiana; otros que se mantuvieron fiel a sus creencias pasaron por la horrenda muerte en la pira. Sin embargo el principal líder de la Reforma del siglo XVI Martin Lutero fue uno de los principales impulsores en la persecución de las comunidades judías en Alemania y los demás reinos cristianos; cuando publico su libro titulado “los judíos y sus mentiras” en 1543 promovió acciones en contra de los judíos porque no creían en Jesús como su mesías y fueron sus ancestros quienes le dieron muerte en la cruz, por ello en su libro expone algunas acciones violentas contra ellos justificándolos como un acto de  desagravio por lo que hicieron con Jesús, en los siguientes términos:
“Dado que viven con nosotros, no osamos tolerar su conducta ahora que estamos al tanto de sus mentiras, sus injurias y sus blasfemias… en primer lugar, debemos prender fuego a sus sinagogas o escuelas y enterrar y tapar con suciedad todo lo que no prendamos fuego, para que ningún hombre vuelva a ver de ellos piedra o ceniza.
Esto ha de hacerse en honor a nuestro señor y a la cristiandad, de modo que Dios vea que nosotros somos cristianos y que no aprobamos ni toleramos, a sabiendas, tales mentiras, maldiciones y blasfemias a su hijo y a sus cristianos… en segundo lugar, también aconsejo que sus casas sean arrasadas y destruidas, porque en ellas persiguen los mismos fines que en sus sinagogas… en tercer lugar, aconsejo que sus libros de plegarias (sidurim) y escritos talmúdicos, por medio de los cuales se enseñan la idolatría, las mentiras, maldiciones y blasfemias, les sean quitados… en cuarto lugar, aconsejo que de ahora en adelante se les prohíba a los rabinos enseñar sobre el dolor de la perdida de la vida o extremidad… en quinto lugar, que la protección en los caminos sea abolida completamente para los judíos. no tienen nada que hacer en las afueras de las ciudades dado que no son señores, funcionarios, comerciantes, ni nada por el estilo… en sexto lugar, aconsejo que se les prohíba la usura, y que se les quite todo el dinero y todas las riquezas en plata y oro, y que luego todo esto sea guardado en lugar seguro… en séptimo lugar, recomiendo poner o un mayal o una hacha o una azada o una pala o una rueca o un huso en las manos de judíos y judías jóvenes y fuertes y dejar que coman el pan con el sudor de su rostro, como se le impuso a los hijos de Adán.”
De acuerdo al historiador jesuita Paul Johnson, la obra de Lutero es el “primer trabajo antisemita moderno y un paso gigantesco en el camino hacia el Holocausto”En la Segunda Guerra Mundial cuando los alemanes crearon los famosos campos de concentración donde tuvieron en condición de presos a los judíos y que dichos campos no eran otra cosa que lugares de exterminio humano, todas las iglesias de la cristiandad no alzaron su voz de protesta ante un crimen de lesa humanidad; seguramente con la misma sesgada mentalidad tradicional de que se trataba de un castigo divino por ser ellos, los judíos, los que dieron muerte a Jesús; hoy sabemos que toda esa creencia es tan falsa y aseguramos históricamente que la muerte del mesías galileo fue exclusivamente a manos de las autoridades romanas de entonces y por las razones explicadas líneas arriba, obviamente en complicidad con las autoridades judías mas no del pueblo judío que seguramente lo admiraban y muchos eran sus seguidores y creyentes en su mensaje de amor y justicia. El 27 de Enero del 2011 en conmemoración de las Víctimas del Holocausto de Auschwitz-Birkenau y  quizás como  un acto de “mea culpa”, el papa Juan Pablo II; quien en numerosas ocasiones reflexionó sobre el tema;  señaló: “Auschwitz (campo de exterminio construido en 1940 por los Nazis) no cesa de amonestarnos, aún en nuestros días, recordando que el antisemitismo es un gran pecado contra la humanidad; que todo odio racial acaba inevitablemente por llevar a la conculcación de la divinidad humana”. En la misma línea, el papa, Benedicto XVI, ha calificado el Holocausto “como una vergüenza indeleble en la historia de la humanidad”.


Monday, September 3, 2018


JESUS FUE CRUCIFICADO POR ROMA POR EL DELITO DE SEDICION

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Mg. Jorge Andújar(1)
I.- Necesaria advertencia preliminar.-
En el presente trabajo abordamos al Jesús histórico sujeto a un determinado derecho entonces vigente: el derecho romano en la provincia de Judea. No buscamos al Jesús místico o religioso. Relevamos también la faceta del rabí como eximio jurista de la ley hebrea, acaso el más brillante de todos los tiempos. No estudiamos, entonces, ni mucho menos, el aspecto religioso de fondo, sino sólo en tanto y cuanto se relaciona estrictamente con el tema judicial. Declaramos que no tenemos ni el propósito, ni la capacidad, para dilucidar cuestiones de orden teológico. Este es un breve trabajo jurídico.
II.-La acusación principal en sede hebrea.-
Blasfemia.- La primera parte del luctuoso juicio se llevó ante el más alto Tribunal de Israel constituido por el Sanedrín asentado en la capital sagrada de Jerusalén. El día seguramente el 7 o 15 de abril del año 753 desde la fundación de Roma (correspondiente a los mismos días de nisán en el calendario hebreo), del actual año 30 DC (fecha equivalente a su vez del año 2098 del calendario chino).
El Sanedrín concentraba las facultades de juzgar con sus propias leyes hebreas, pero siempre bajo la atenta vigilancia romana. Roma, después de todo, permitía a los pueblos conquistados, en especial a los judíos, regirse suis legibus. En tal sentido podían conservar sus ordenamientos jurídicos preexistentes con cierta autonomía, jurisdiccional y aún legislativa.
El Delito de Blasfemia se encontraba previsto en la ley hebrea -La Torah- como una grave ofensa a Dios. Inclusive él por su propia boca, había ordenado a Moisés que la pena ante tal imputación, sin importar si el blasfemo fuera natural extranjero, era la muerte por lapidación de toda la comunidad.
Los hechos o cargos específicos que configurarían este ilícito penal podrían determinarse del modo siguiente:
• Se ha declarado hijo del hombre o hijo de Dios
• Se ha declarado como el Mesías o Cristo
• Ha amenazado destruir el sagrado Templo de Jerusalén.
• Con inusual violencia ha desalojado del templo a comerciantes y cambistas.
• No ha respetado el sabbath o día de descanso sagrado.
Se debe tener presente que las fuentes del famoso juicio, en especial los cuatro evangelios canónicos recogidos en la Biblia cristiana, no se muestran claros ni homogéneos. Además, son textos religiosos y no estrictamente históricos. Así resulta contradictorio que Juan, a diferencia de Marcos, Lucas y Mateo, nada diga respecto al proceso y condena por el Sanedrín. Que el testimonio de este apóstol, según la tradición el único testigo presencial de todos los hechos aquél fatídico día, no concuerde en este punto crucial, echa mayores sombras sobre lo que realmente ocurrió ante el máximo Tribunal Hebreo.
Lo que se encuentra claro es que si nos llevamos exclusivamente por los mencionados documentos religiosos, llegaremos a la rápida y facilista conclusión que se trató de un irregular y arbitrario proceso. Sin embargo, es altamente probable que los hechos hayan sucedido de un modo distinto.
III.-. La acusación principal ante Roma: sedición.
Los cargos de blasfemia que regían en la antigua Israel, por ser de naturaleza religiosa interna, no funcionaban en sede romana. Roma, después de todo, hacía gala de abierto politeísmo. Su panteón cobijaba generosamente una enorme cantidad de dioses y diosas adquiridos en sus conquistas por el mundo.
Para la lex romana la cuestión religiosa respecto de la calidad divina del famoso reo no tenía por qué incomodar a nadie. En el mundo antiguo y sobretodo en la región de Judea, después de todo, abundaban los profetas, los mesías y los iluminados. Roma los permitía como manifestaciones de la cultura local, pero siempre bajo una condición: que no importen una verdadera amenaza a la Pax Romana, al orden o una infracción a la Lex lulia Crimen Maestatis.
La Lex Iulia que definió tan bien Ulpiano importaba una drástica ley que condenaba a muerte a todo aquél sospechoso de subversión, sedición o revuelta contra el pueblo, el senado o el Emperador. Castigaba con la pena capital el perduellio o traición a Roma. Todo aquél – ciudadano o peregrino, romano o extranjero -que intente fomentar un motín sería inmediatamente reprimido y condenado a una muerte rápida y ejemplar.
En términos modernos puede decirse que esta ley vendría a ser el antecedente jurídico del conjunto de normas penales que conocemos como delitos contra el orden público o la seguridad.
IV.-Sedición por atribuirse la calidad de “Rey de los Judíos”.
La acusación de seditiosus contra Jesús se configuró a partir de la confesión de que él era el “Rey de los Judíos” y sobretodo de las repercusiones políticas y prácticas que se derivan de dicha situación.
Por entonces (y hasta nuestros días, en otros términos) nadie podía auto atribuirse la altísima calidad de rey, ni de ninguna dignidad menor como gobernador, prefecto, tribuno, etc, sin expreso consentimiento y nombramiento del emperador. Constituía un grave acto de sedición atribuirse la máxima autoridad política en una tierra conquistada, sin autorización de Roma.
La cuestión se agravaba ante el hecho de que en Judea, en el momento del famoso juicio, ya no había rey, sino tan solo una autoridad disminuida designada por el emperador Tiberio y denominada tetrarca. El tetrarca de Judea era Herodes Antipas quien deseaba fervorosamente que se le concediera el título y la corona de rey, los mismos que habían sido ostentados por su padre Herodes El Grande.
Atribuirse la calidad y autoridad real en una zona profundamente levantisca, abiertamente hostil contra los arrogantes conquistadores romanos, constituía algo así como prender fuego sobre un enorme polvorín. Los judíos ya en otras ocasiones se habían levantado en armas y fomentado sangrientas revoluciones contra el poder romano. Sólo 36 años después de la muerte de Jesús protagonizarían la más sangrienta revolución que terminaría con la aniquilación total de Jerusalén por el futuro emperador Tito Vespasiano.
V.-Una pena capital romana: la crucifixión.
La condena de la cruz importada de los persas y cartagineses había sido asimilada y perversamente perfeccionada por los romanos. Era sin duda una típica pena del derecho penal romano. La legislación judía prefería, por lo común, la lapidación.
Roma la utilizó muy ampliamente antes, durante y después de Jesús; él no sería el primero ni el último. Recordemos que sólo en un día cuando se sofocó la rebelión de esclavos encabezada por Espartaco (71 a.c.) se crucificaron 6,000 que se apostaron a lo largo de la Vía Apia.
Las características de esta pena son tres:
a) Extremada y perversamente dolorosa y sádicamente lenta.
b) Importaba una muerte infamante.
c) Pena extremadamente dolorosa y perversa.-
a) La ley romana la regulada inclusive en sus terribles detalles. En el lugar de ejecución se instalaba un madero vertical llamado stipes y en el momento de la ejecución el reo debía cargar sobre su espalda el madero transversal llamado patibulum. El tipo de cruz variaba según la posición del encuentro entre ambos maderos. En tal sentido podía ser commissa onmissa. La primera se da cuanto existía una cavidad acondicionada en el patibulum de forma tal que encajaba por la parte más alta del stipes formando una cruz tipo T. La segunda cuando la cavidad se hallaba dispuesta en el stipes donde encajaba el patibulum. Esta unión daba como resultado una típica cruz de cuatro brazos tipo T, llamada también capitata o latina como la tradición suele reconocer la ejecución.
Aunque existen aún posiciones opuestas, algunos estiman que en una cruz commissa, distinta por tanto a como la tradición la ha fijado desde milenios, se ejecutó la pena capital contra Jesús.
Por su tamaño había de dos tipos. La cruz muy elevada la cual había que izarla con poleas a efectos que mayor gente pueda ver el horroroso espectáculo, se le llamaba sublimis, mientras que a la de tamaño apenas superior a la talla media de un hombre se le denominaba humilis. Esta última hacía necesario que el condenado recogiera sus piernas para no tocar el suelo y aun así se hallaba muy cerca y podía ser atacado por perros o lobos atraídos por la sangre. A la fecha no se ha podido determinar la de Jesús, pero no pocos sugieren la más común: la humilis.
Algunos sostienen que los clavos, cuando se usaban por cuanto la ley romana permitía las cuerdas, ingresaban por las muñecas y no por las palmas donde no habría firmeza de los músculos para soportar el peso del cuerpo. Este tema tampoco no es pacífico. Podría haber sido en las palmas como lo fija la tradición por cuanto el peso del cuerpo se sostenía en forma precaria sobre un taco de madera, clavo o cuerno que se ubicaba en el stipes y se fijaba en el perineo del condenado. Ese dispositivo se llamaba sedilis y varían sus distintas representaciones. Empero, ninguna de éstas aparece jamás en las representaciones oficiales de la condena. El sedilis cumplía también una función de incrementar el castigo, por ejemplo, contra los violadores de vírgenes a quienes se les introducía este dispositivo ‘directamente por sus partes sexuales.
Asimismo, a las mujeres se les solía crucificar de cara a la cruz justamente porque sus formas carnosas no permitían sentarlas en éste. Esto ocasionaba horrorosas heridas en las partes íntimas de la condenada. La crucifixión no buscaba la muerte inmediata del reo sino una terrible y lenta agonía. La muerte tardaba en llegar lo que las fuerzas físicas del reo aguantaban, lo que podía ser horas o incluso algunos días. Todo dependía de su complexión física y si había recibido castigo físico -flagelación – Este fue el caso de Jesús de Nazareth razón por la que no duró sino apenas unas horas.
b) Muerte infamante.- El lugar habitual donde se llevaba a cabo se situaba en una zona de gran fluidez de tráfico para hacerla más pública y en un lugar apenas fuera de las murallas de la ciudad. En el caso de Jesús se llevó a cabo al parecer en el monte Gólgota que significa “calavera” o ” lugar de la calavera” ubicado al lado oeste de la ciudad de Jerusalén.
Debe advertirse que conforme a los evangelios sinópticos Jesús fue crucificado boca arriba y no boca abajo como correspondía, en opinión de algunos, a los sediciosos. Eusebio de Cesárea describe esta práctica usual romana. Pedro habría de ser crucificado de esa forma en Roma. Se buscaba la humillación y escarnio públicos. La causa de la condena se redactaba en una tablilla blanqueada en cal llamada titulus que se fijaba en la cruz. En el caso de Jesús, al parecer de acuerdo a la iconografía más extendida, se le habría colocado en la parte extrema superior del stipes.
Cantarella hace expresa mención al hecho que el todo reo debía cargar sobre sus hombros el patibulum hasta donde estaba instalado el stipes. Esto sería efectuado ante la vista de toda la ciudad. Este “paseo ignominioso” buscaba destruir moralmente al condenado y someterlo al escarnio del populacho.” Se perseguía humillar al reo a quien se le exponía totalmente desnudo. Tenía, por su eminente carácter público, un carácter intimidante y persuasivo. Quería gritar y amenazar a todos: Así mueren quienes se rebelen contra Roma.
La crucifixión intentaba borrar todo rastro de dignidad humana en el último aliento y aún después de éste. Por ello, la ley romana disponía que el cuerpo del reo no podía tener una digna sepultura. La condena no terminaba, pues, con la muerte, sino iba más allá al comprender el cuerpo mismo, el cual por la Lex lulia de Crimen Maiestatis o perduelllo terminaba en una execrable fosa común o fossa infamia. Es un caso extraño que Pilato, según los evangelios, entregue el cuerpo a José de Arimatea para un digno entierro. El prefecto pudo disponer del cadáver por cuanto éste no pertenecía jurídicamente a los deudos o parientes sino a Roma.
Para corroborar el deceso o acelerarlo como en el caso de Jesús por cuanto se avecinaba la fiesta del shabbath de Pascua y la ley judía no permitía tener un horrendo espectáculo de sangre en las puertas de la ciudad santa, se le ultimaba.
La costumbre consistía en romperles los huesos de las canillas o tibias, con lo que el cuerpo no tendría punto de apoyo llegando la asfixia prontamente. Esta terrible práctica que la ley romana exigía se llamaba crurifagium. En el caso de Jesús, al parecer, fue diferente. Juan es el único que dice que no se le aplicó este castigo porque ya había fallecido. Empero, para comprobar su muerte como era obligación de la ley romana un soldado romano le dio una lanzada en su costado del cual brotó abundante sangre y agua. El evangelio apócrifo de Nicodemo consigna el nombre de este soldado romano como Longinos.
C) Pena para esclavos y sediciosos.- Las penas en el Derecho Romano reflejaban la radical estratificación de la sociedad antigua. Ni para morir las personas eran iguales. Los esclavos carecían de todo derecho y también aquellos que no tenían el escudo de la ciudadanía romana que los amparase. La crucifixión constituía, pues, la pena adecuada a su bajo status y también a la gravedad de su delito.
Jesús, un hebreo de pobre cuna, al haberse autoproclamado como “Rey de los Judíos”, asumiendo por cuenta propia el más alto cargo político en una zona tradicionalmente convulsionada, colisionó directamente contra el único y verdadero poder en la tierra: Roma. Por ello fue crucificado bajo el cargo de seditiosus y ello se corrobora por la pena romana de crucifixión y del titulus que en son de mofa rezaba sobre su cabeza: “Jesús de Nazareth Rey de los Judíos”, cuyo acróstico es INRI.
Mg. Jorge Andújar
Lima, 2 de abril de 2012
(1) Mg. Jorge Andújar, magister en Derecho. Profesor de la Universidad nacional Mayor de San Marcos y Universidad Federico Villarreal. Profesor visitante de diversas Escuelas de Postgrado en el país. Ha estudiado el tema del Juicio de Jesús y ha publicado varios trabajos al respecto en diversas revistas y diarios. Algunos pueden verse en la página web del autor : www.jorgeandujar.com Este es un breve resumen de una de sus tesis que señala a Roma y al derecho romano, bajo el delito de sedición, como causantes de la muerte de Jesús.

Saturday, August 18, 2018


¿FUE JESUS EL MESIAS DE LA RESTAURACION O EL CRISTO DE LA FE?




Leí hace algunos días atrás  el comentario que hiciera mi amigo Alfredo Azabache sobre el evangelio de Mateo 14; 21-28, es interesante este pasaje de Mateo 15; 21-28 donde se nos cuenta que estando Jesús y sus discípulos en la región fronteriza de Tiro y Sidón, una mujer cananea le pide curar a una hija suya que estaba poseída, Jesús en primer lugar le responde “No fui enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel”, me interesa analizar solo este párrafo, de la respuesta de Jesús por que define el concepto escatológico del fin de los tiempos que tenía Jesús comparable a lo que pensaban los antiguos profetas sobre este asunto (Isaias, Amos, Miqueas e incluso Daniel); veamos en Isaias 2; 1-3 “Acontecerá en el postrero de los tiempos, el cerro de la casa de Yhave (el pueblo de Israel) será puesto sobre los altos montes y dominara los lugares más elevados. Irán a verlo todas las naciones. Y subirán hacia él muchos pueblos diciendo: Vengan subamos al cerro de Yahvé a la casa del Dios de Jacob….”  Esto escribe Isaias después que Sargón II, rey de Asur (Asiria)  en el 720 a.e.v. invadió Siria e Israel (parte del pueblo hebreo que conformaban las diez tribus originales y que comprendían las regiones de Galilea y Samaria) y desterró a todos los pobladores de Israel, y los reinos hebreos  del sur Judá y Benjamín se allanaron ante el poder de los asirios y se hicieron tributarios de aquel imperio; más adelante escribiría: ”Al mismo tiempo el señor volverá a tender su mano para rescatar al resto de su pueblo, a los que todavía queden en Asur y en Egipto, en Patros, Etiopia, Elam y Senaar, Jamat y las Islas del mar.”(Isaias 11; 11);  su contemporeneo Miqueas también profetizando la esperanza de la restauración del Reino de la Alianza que Yahvé le dice y escribe en 4; 1-3:”Al final de los tiempos sucederá que el cerro de la casa de Yahvé será tenido por la más alta montaña y sobrepasara a todos los cerros. Acudirán al entonces, los pueblos y las naciones en gran número……Gobernara a inmensos pueblos y dictara sus sentencias a poderosas naciones” más  adelante dice: “Ese día, asegura Yahvé, recogeré a la oveja coja y llevare al coral   a la perdida y a la que había maltratado   (se refiera a las tribus perdidas de Israel). De las cojas elegiré un grupo para mí y hare de las extraviadas una nación poderosa…” En el mismo sentido profetiza Amos 9; 11-12:”Aquel día reparare la choza de David medio caída, tapare sus grietas y levantare sus murallas; la volveré a edificar como se hacía antiguamente para que ellos que han recibido mi bendición, terminen de conquistar lo que falta de Edam y de las naciones vecinas…” Como se puede apreciar para los antiguos profetas que vivieron la conquistas de la poderosa nación de Asiria (Asur) justificando aquello como un castigo de Yahvé porque su pueblo elegido prevarico y se olvidó de Él; pero había la esperanza del perdón divino y Dios les devolverá su independencia y hará de ellos un país aún más poderoso a través de un  "Mashiaj" (mesías) de la restauración  (un nuevo rey) que guiara un ejército y con la ayuda divina derrotara a Asur (Asiria) y todos los grandes imperios existentes en el mundo antiguo. Isaias anuncia: “…en el futuro, se llenara de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles” (Is, 8; 23) “…Porque un niño nos ha  nacido, un hijo se nos ha dado; se le pone en el hombro el distintivo del rey y proclamaran su nombre ‘Este es el consejero admirable, el Héroe divino, el Padre que no muere, el príncipe de la Paz’. Su imperio no tiene límites, y en adelante, no habrá sino paz” (Is, 9; 5) “Una rama saldrá del tronco de Jese (un descendiente de David), un brote surgirá de sus raíces, sobre el (el mashiaj) reposara el espíritu de Yahvé, espíritu de sabiduría e inteligencia…. Para gobernar conforme sus preceptos. (Is, 11; 1-3); es decir que Dios elegirá a un hombre descendiente de David para que sea ese Mashiaj o sea el que será ungido como rey una vez haya reconquistado su nacion de manos extranjeras y someter a las otras naciones del mundo antiguo y renacer Israel como un nuevo imperio; y Jesus se presenta como ese pretendiente a  Mashiaj, nacido en Galilea de los paganos tal como profetizara Isaias;  por eso no era de extrañar que entre sus seguidores hay gente armada, entre ellos zelotes y sicarios que debieron ser algunas decenas de personas armadas, Jesús tenía entre sus discípulos miembros que pertenecían a esta secta, así tenemos a Simón el celador (apodo  que trata de esconder el termino Zelote que era la traducción griega del arameo Kannain y que quiere decir “celosos de la Ley Mosaica” ), Natanael el cananeo (aquí también nos indica que se trata de ocultar la palabra aramea Kannain) y el mismo Judas Iscariote cuyo sobrenombre no proviene, como dice Ernesto Renán, de Kerith, que era una ciudad ubicada al extremo sur de la tribu de Judá (“Vida de Jesús” por Ernesto Renán pag.149) Iscariote fue una mala traducción griega de Sicarius que ellos denominaron Sikariotes, los sicarius eran un grupo de zelotes que usaban con destreza la sica que era una daga o puñal de punta curvada que fácilmente ocultaban en los pliegues de la toga o bajo la capa; que según parece provenia de una secta de Zelotes denominados “Los Sicarios” o “los hijos de la daga” y los romanos los tenían como muy peligrosos cuando eran emboscados por los zelotes ya que usaban estas armas con mucha destreza; en el enfrentamiento cuerpo a cuerpo fácilmente los sicarios destripaban a su oponente; porque si leemos más adelante en el capítulo 22 de Lucas; Jesús después de haber anunciado la negación de Pedro acabada la ultima cena les dice a sus discípulos: “Cuando os envié sin bolsa, sin alforja y sin calzado ¿Os falto algo? Ellos dijeron: Nada. Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una. Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mi aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; por lo que está escrito en mí, tiene cumplimiento. Entonces ellos dijeron: Señor aquí hay dos espadas. Y él les dijo: Basta.” (Lc. 22, 35-38)   ¿Cómo podría explicarse una reacción violenta en un personaje de connotaciones nobles y pacificas como lo leemos en cada uno de los pasajes de los evangelios  canónicos?  En los escritos evangélicos debemos tener la capacidad de rescatar las verdaderas palabras de Jesús bajo el criterio de dificultad y teniendo en cuenta que algunos escritos fueron basados en testimonios orales o escritos muy cercanos a los hechos y dichos de Jesús y  arraigadas a las primeras comunidades judeo cristianas, difícilmente ignorarlas;  las primeras palabras: “Cuando os envié sin bolsa, sin alforja y sin calzado ¿Os falto algo? Ellos dijeron: Nada. Y Él les dijo: ahora el que tiene bolsa, tómala y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una.” Con toda seguridad fue una orden de Jesús, lo cual quiere  decir que el líder estaba ordenando a sus seguidores a prepararse para un enfrentamiento armado,  pero para no hacer notar lo subversivo de esta expresión el evangelista Lucas agrega “porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mi aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos”, se refiere a Isaias 53,12;  con toda seguridad esas ultimas palabra no las dijo Jesús porque el evangelista trata de hacernos creer que estas armas las tendrían solamente para aparentar representa un grupo armado y no usarlas cuando sea apresado por la guardia romana. La realidad histórica bajo los criterios de dificultad, testimonio múltiple y de coherencia nos hacen deducir que Jesús si tenía un grupo armado, y la intención en esos momentos  con toda seguridad era enfrentar al enemigo.  Algunos historiadores están convencidos que Jesús no solamente era un líder espiritual sino también un líder político con las características del mesías que esperaban los Judíos según anunciaron los antiguos profetas.  La idea de que el mesías tenía que morir para redimir el pecado de la humanidad es una conceptualización de los discípulos de Jesús muchos anos después de su muerte y quien le dio el marco teológico e ideológico fue Saulo de Tarso (San Pablo) cuando en  Hebreos 9: 28 dice: “así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos.” Que aunque no fue escrito por Pablo si por algún discípulo de él. Sobre el famoso capítulo 53 del libro de Isaias relacionado al siervo sufriente, y que con toda certeza puedo afirmar que no se trata del mesías de la restauración;  nos ocuparemos en otro momento, desde ya les adelanto que este libro, como casi todos los libros bíblicos fueron escritos por varios autores a través del tiempo; que se sepa Isaias tiene al menos tres autores; los primeros 39 capítulos fue escrito por el verdadero Isaias; del 40 al 55 capítulos con toda seguridad por algún escriba judío  discípulo de Esdras cuando la época de la deportación a Babilonia y los últimos diez capítulos por otro tercer autor quizás después de la deportación.

Saturday, July 14, 2018




JESUS DESENTERRADO
John Dominic Crossan y
Jonathan L. Reed


PIEDRAS Y TEXTOS
 ¿Por qué apareció Jesús en el momento y en el lugar en que lo hizo? ¿Por qué entonces? ¿Por qué allí? Concretemos mejor la cuestión. ¿Por qué dos movimientos populares, el del Bautismo de Juan y el del Reino de Jesús, surgieron en los territorios gobernados por Herodes Antipas en la tercera década del siglo I de la era vulgar (e. v.)? ¿Por qué no en otro momento? ¿Por qué no en otro lugar? Imaginemos dos formas de responder a la pregunta: a través de las piedras o a través de los textos, a través del trabajo de campo o a través de los evangelios, a través de los restos materiales o a través de los restos escritos de la minoría cultivada, a través de la labor de los arqueólogos o a través de la labor de los exégetas. A continuación imaginemos que sustituimos todos esos «o» en redonda por otros tantos «y» subrayados del mismo modo. No estamos ante un caso de arqueología o de exégesis, sino de arqueología y de exégesis. Imaginemos, por último, que esas dos opciones son métodos independientes, ninguno de los cuales se halla subordinado o sometido al otro. La arqueología no es el trasfondo de la exégesis, ni la exégesis es el decorado de la arqueología. Los evangelios y el terreno deben leerse e interpretarse cada uno a su manera y con arreglo a su propia disciplina. Unos labios antiguos tienen su propia dignidad y 4 su propia integridad tanto si lo que se sujeta entre las manos es un libro de Hornero como si no. Un tell antiguo conlleva su propio reto y su propio misterio tanto si lo que se lleva en la mochila es la Biblia como si no. Las palabras hablan. Y las piedras también. Pero ninguna de ellas alza su voz. desde el pasado hacia nosotros si no se produce un diálogo interpretativo con el presente. Unas y otras hablan y exigen ser oídas a su manera. Hasta que la arqueología y la exégesis no hagan oír plenamente cada una su propia voz por separado, no podrán llegar a formar juntas un coro ni podrán aportar una información conjunta. El objeto del presente volumen es integrar la arqueología de campo y la exégesis evangélica concediendo a cada una todo el potencial explicativo que posee sin otorgar privilegios a ninguna de ellas sobre la otra. El hecho de que los arqueólogos publiquen informes sobre sus trabajos de excavación no es ninguna novedad. Y el hecho de que los exégetas escriban sobre lo que han descubierto tampoco es nada nuevo. La novedad en este caso estriba en que un arqueólogo de campo experimentado y un especialista en la figura de Jesús de reconocido prestigio trabajen juntos y lo hagan no siguiendo sendas paralelas en capítulos escritos sucesivamente por separado, sino siguiendo una sola senda y enlajando una y otra disciplina en cada capítulo. ¿ Cómo podemos leer las piedras y los textos como si fueran un todo integrado? ¿Por qué, entonces, se llama el libro Jesús desenterrado? Por un lado, ¿cómo se justifica eso de «desenterrar a Jesús»? Podemos decir que exhumamos 5 poblados, aldeas, ciudades, que desenterramos casas, tumbas, o incluso barcas: ¿pero quién puede excavar a Jesús ? Podemos decir que exhumamos a Caifás, el sumo sacerdote en cuyo tiempo fue crucificado Jesús por Piloto, porque los arqueólogos han descubierto la tumba de su familia, su urna sepulcral, e incluso su esqueleto: ¿pero cómo puede hablar la arqueología de desenterrar a Jesús? Pongamos un ejemplo. Las sequías de 1985 y 1986 sacaron a la luz, amplias zonas habitualmente sumergidas bajo las aguas del lago Kinneret, el mar de Galilea del Nuevo Testamento. En enero de 1986, Moshe y Juval Lufan, del kibbutz Ginnosar, en la ribera noroccidental del lago, descubrieron una barca del siglo i completamente enterrada bajo siglos de lodo. Este hallazgo preciosísimo empezó teniendo la consistencia del cartón húmedo, pero en la actualidad, tras la magnífica labor de conservación llevada a cabo por Orna Cohén, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, se yergue sólidamente restaurado en el vecino Museo Yígal Allon. Con dos remeros a cada lado, un piloto al timón, un mástil y una vela, se trata desde luego del tipo de barca imaginada en los relatos evangélicos que hablan de la presencia de Jesús en el lago. Imaginemos, de momento, que se trata de la mismísima barca utilizada por Jesús. Es muy improbable, desde luego, ¿pero cómo, al exhumarla, estaríamos exhumando a Jesús ? La barca se hundió no lejos de la orilla, por lo tanto no nos habla de tormentas repentinas y peligrosas en medio del lago. Habla, en cambio, de otra cosa. En primer lugar, aparte 6 de algunos elementos de cedro y roble, en la construcción de la barca se utilizaron varias otras maderas de calidad inferior, como el pino y el sauce. En segundo lugar, parte de la quilla era de segunda mano y procedía de otra barca anterior. En tercer lugar, la proa y la popa fueron retiradas para ser empleadas posteriormente en otra embarcación. Por último, el casco ya inutilizable fue hundido junto a la orilla. Desde luego todo esto es absolutamente fortuito, pues se trata de la única barca que se ha descubierto y restaurado hasta la fecha. Pero esta embarcación capaz de navegar a remo y a vela de casi ocho metros de eslora es un índice del mundo social de los pescadores del lago Kinneret en tiempos de Jesús: habla de buenos artesanos que utilizaban con mimo unos materiales limitados y de inferior calidad para que duraran lo más posible. Para completar la descripción de ese mundo social debemos preguntamos quién controlaba la pesca en el lago, si se podía pescar desde la orilla o en barca con total libertad, si se pagaban impuestos por las embarcaciones y las capturas y cuál era la cuantía de éstos, cuántos individuos o familias manejaban la barca, y si ese manejo suponía la propiedad absoluta de la embarcación, la existencia de tierras hipotecadas, o el alquiler de los equipamientos. Sí, podemos efectivamente exhumar a Jesús a partir de esa barca, pero teniendo muchísimo cuidado y sólo en el marco de las realidades de las economías antiguas controladas por élites y no según el moderno concepto de posibilidades empresariales. 7 Por otro lado, ¿cómo es posible hablar de «desenterrar a Jesús»? La arqueología desentierra y puede desenterrar a Jesús no sólo excavando los lugares en los que vivió o por los que pasó, sino también rellenando el vacío dejado en el mundo social en el que actuó del modo más exhaustivo posible. ¿Pero por qué habría que utilizar los métodos de la exhumación con los textos, y no sólo con las piedras? Desde luego textos tales como los Rollos del Mar Muerto, de 1947, o los Códices de Nag Hammadi, de 1945, fueron encontrados bajo tierra, aunque de forma casual por pastores y campesinos, y no a raíz de las catas llevadas a cabo por los científicos. Pero cuando en este libro hablamos de «desenterrar a Jesús» no sólo en el ámbito de la arqueología, sino también en el de la exégesis, no nos referimos a excavaciones textuales externas como ésas. Los evangelios tienen una característica peculiar que permite hablar de su excavación interna, que justifica el uso en este libro del término «exhumación» tanto en el ámbito de la arqueología como en el de la exégesis, y que nos proporciona el modo, la manera, y el método en el que nuestra obra alcanza su principal objetivo. A menos que un yacimiento tuviera un único estrato levantado sobre un lecho de roca y hubiera sido abandonado y hubiera permanecido intacto y expuesto sólo a la destrucción del tiempo, la excavación arqueológica exigiría dedicar una atención escrupulosa a los múltiples estratos de ocupación, en los que los más recientes se levantarían sobre los más antiguos (el término técnico para 8 designar este fenómeno se llama estratigrafía,). En algunos casos un texto puede ser como el primer caso descrito, y en él un único estrato de escritura habría sido transmitido intacto, viéndose expuesto sólo a los errores de los copistas. Así sucede con la mayoría de las cartas de Pablo incluidas en el Nuevo Testamento. Pero nuestra exégesis en la presente obra se centra fundamentalmente en los evangelios y éstos, tanto si están incluidos en el Nuevo Testamento como si no, poseen tantos estratos como uno de los montículos que excavan los arqueólogos. Por ejemplo, cuando Mateo absorbe en su evangelio casi la totalidad del de Marcos, en el texto de Mateo podemos observar estratos más antiguos de Marcos y otros más recientes pertenecientes al propio Mateo. Si un yacimiento antiguo consta de una serie de edificaciones superpuestas, un evangelio antiguo es asimismo una serie de escritos superpuestos. Por consiguiente, en ambos casos el reto que debemos afrontar fundamentalmente es el que supone la multiplicidad de estratos. Podríamos decir que la labor común de los autores de este libro consiste en realizar una estratificación paralela, una interacción entre los estratos de un montículo arqueológico y los estratos de un texto evangélico. En ambos casos, para lo que ahora nos interesa, debemos excavar por un lado hasta llegar al estrato arqueológico del mundo de Jesús y por otro hasta alcanzar el estrato textual de la vida de Jesús. Naturalmente el problema radica en que, aunque todo el mundo reconoce el carácter absolutamente imprescindible 9 de la estratificación arqueológica, esto es, la necesidad de determinar y datar los sucesivos estratos de un yacimiento, no todos están dispuestos a admitir análogamente que es imprescindible y necesario, dada su actual naturaleza y sus relaciones, hacer exactamente lo mismo con los evangelios del Nuevo Testamento. Por último, y resumidamente, ¿qué sacamos de integrar arqueología y exégesis a través de una estratificación doble y paralela? ¿Por qué apareció Jesús en el momento y el lugar en que lo hizo? Durante la generación anterior a Jesús, Herodes el Grande reinó sobre el país de los judíos bajo el patrocinio de Roma y llevó a cabo una grandiosa labor constructiva, por un lado en Jerusalén, mediante la ampliación del monte del Templo y, por otro en Cesárea Marítima, mediante el desarrollo de un puerto de primera magnitud. Que la romanización era igual a urbanización y comercialización nada lo explica mejor que los grandes almacenes y los gigantescos rompeolas de aquel puerto practicable en cualquier época del año. Herodes erigió templos paganos en honor de la diosa Roma y del divino emperador Augusto en Cesárea Marítima (Judea), en Sebasto (Samaría), y más al norte, en Cesárea de Filipo, pero, en comparación con estas otras regiones de su reino, dejó prácticamente intacta Galilea. Durante la generación de Jesús, le tocó a Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande, intensificar la romanización, 10 urbanización y comercialización de Galilea, con la reconstrucción de Séforis, en la que estableció su primera capital en 4 a. e.v.,y la erección de una ciudad de nueva planta, Tiberíades, a la que trasladó la capital en 19 e. v. Así, pues, en tiempos de Antipas, y a imitación de lo sucedido durante el reinado de su padre, el poderío de Roma golpeó violentamente por vez primera la Baja Galilea durante la tercera década del siglo i. Pero, aunque el territorio judío quedó cubierto por un barniz de arquitectura grecorromana y a pesar de que la comercialización que acompañó a la romanización y la urbanización supuso una redistribución de la riqueza, los arqueólogos han descubierto tanto en Judea como en Galilea que el pueblo judío siguió viviendo de una forma distinta a la de los pueblos con los que estaba en contacto. Además, combinando los textos y las piedras, podemos comprobar que los objetos arqueológicos que reflejan la vida de los judíos responden a una religión basada en la alianza con Dios y a una ley divina que ordena el respeto a la justicia y ala rectitud, a la pureza y ala santidad, pues el país pertenece a un Dios que actúa siempre desde la premisa de que se debe actuar justamente. En esa ley o Torah, Dios afirma: «El país me pertenece». ¿Qué decir entonces de esos reyes-clientes herodianos y del uso que hacían del país? ¿Y qué decir del Imperio Romano, que afirma: «El país nos pertenece a nosotros, os lo hemos arrebatado en el curso de una guerra; o, si lo preferís en términos teológicos, nuestro Júpiter se lo ha arrebatado a vuestro Yahveh» ? Por 11 consiguiente, cuando durante la tercera década del siglo I Jesús anunció en la Baja Galilea la llegada del Reino de Dios, lo que hacían Él y sus seguidores era divulgar unas enseñanzas, una actuación y un modo de vida contrarios a la implantación del poderío de Roma llevada a cabo por Herodes Antipas entre sus subditos de las zonas rurales. No estamos hablando de la violenta resistencia militar a Roma que causaría más tarde el estado ruinoso en que todavía se encuentran el Templo de Jerusalén y la fortaleza de Masada. Ese tipo de resistencia no existía ni en Juan ni en Jesús, pues, de haber sido así, Antipas no hubiera cortado la cabeza sólo a Juan, y Piloto no hubiera crucificado sólo a Jesús. Pero aunque tuviera un carácter no violento, se trataba a todas luces de una actitud de resistencia frente a la injusticia distributiva de la comercialización romanoherodiana —de ahí la insistencia de Jesús en la comida y la riqueza—, que se llevó a cabo en nombre de la Alianza, el país, la Torah y el Dios del judaísmo.