Una reflexión sobre el nacimiento de Jesús
Hace aproximadamente dos mil treinta años nació en
alguna ciudad de Galilea uno de los personajes más importantes de la historia
del mundo occidental no solamente porque sobre su persona se cristalizo una de
las creencias religiosas más importante el cual representa el 31% de la
población mundial, esto es de aproximadamente dos mil doscientos millones de
creyentes cristianos; sino porque de lo poco que podemos rescatar de su
verdadero mensaje, tengo la certeza que conceptualizo la idea de un mundo sin
barreras sociales, raciales o cualquier otro tipo de discriminación que han
separado y separan a las sociedades humanas a través de la historia; idealizo
una sociedad de hermandad y amor entre sus miembros que el denomino el Reino de
Dios; me refiero sin lugar a dudas a Jesús
de Galilea; aun cuando
no tenemos
la certeza exacta del día ni el año de su nacimiento (yo estimo que nació más o menos el año 15
AEC) la iglesia católica, que se construyó
sobre la base de parte de su mensaje, estableció un 25 de Diciembre como fecha
de su natalicio; bueno poco interesa la fecha exacta de este acontecimiento, lo
que sí es importante es recordar al Jesús
humano e histórico; por el legado que nos dejó su mensaje a través del tiempo y
que calo en lo más profundo del pensamiento humanista del mundo contemporáneo. Jesús
no dejo de ser un judío y profesar el judaísmo como su credo, mas todo lo
contrario vio por conveniente introducir dentro de esa fe un nuevo espíritu renovador,
ya que estuvo en contra con las conductas segregacionistas y excluyentes de las
costumbres tradicionales arraigadas no solo en el mundo judío sino en el mundo mediterráneo
del siglo I, por eso todo su mensaje y su conducta estuvo en contradicción a
las creencias tradicionales de la época; les dio la importancia que merecían a
las mujeres ya que en la comunidad que organizo conjuntamente con sus discípulos
ellas estuvieron jerárquicamente a la altura de cualquiera de sus seguidores,
hizo de los pobres y desposeídos parte de su comunidad porque nunca estuvo de
acuerdo con las diferencias sociales, ni del hecho de separar a los ancianos
sin familia y a los enfermos de un mal incurable a quienes también acogió y
curo de sus males. Jesús rechaza la
sociedad estratificada de su época a favor de una sociedad abierta, igualitaria
y justa. Por esta razón en esta fecha debemos
reflexionar las contradicciones que existen en nuestro mundo contemporáneo,
vivimos en una sociedad que se dice cristiana; sin embargo sobre los cimientos
de su crecimiento y desarrollo económico hay millones de personas que apenas
viven en el umbral de la pobreza extrema, ni que decir de la violencia, la exclusión
y discriminación en diversos lugares del orbe; nuestra sociedad gira en torno a
una economía consumista y materialista que
privilegia el individualismo egoísta antes que el solidarizo y amor al prójimo como
predicara el mismo Jesús. A pesar de todo siempre hay un día al año que nos
hace reflexionar que hay esperanzas de cambiar este mundo si cada uno de
nosotros nos convertimos en portadores en nuestros hogares y grupos de amigos
del verdadero mensaje que nos legara Jesús, no de aquellos pastores que crean
iglesias disque cristianas a cada esquina de la ciudad, para llenar sus arcas
de dinero a costa de los incautos fieles.