LO QUE PIENSA LA
IGLESIA CATOLICA RESPECTO A LA ASTRONOMIA MODERNA Y LA EVOLUCION
El Papa Francisco I |
A raíz de unas
declaraciones que hiciera el Papa Francisco I en diciembre del año pasado con
motivo de la celebración del 48 aniversario de la culminación del Concilio
Vaticano II, se publicó en un Blog llamado
Diversity Chronicle las siguientes expresiones atribuidas al máximo
Pontífice de la Iglesia Católica: El catolicismo es ahora una "religión
moderna y razonable, que ha sufrido cambios evolutivos. Ha llegado la hora de
abandonar toda intolerancia. Debemos reconocer que la verdad religiosa
evoluciona y cambia. La verdad no es absoluta o grabada en piedra. Incluso los
ateos reconocen lo divino. A través de actos de amor y caridad el ateo reconoce
a Dios como bueno, y redime su alma, convirtiéndose en un participante activo
en la redención de la humanidad. “"A través de la humildad, la
introspección y la contemplación orante que hemos adquirido una nueva
comprensión de ciertos dogmas. La iglesia ya no cree en un infierno literal,
donde la gente sufre. Esta doctrina es incompatible con el amor infinito de
Dios. Dios no es un juez, sino un amigo y un amante de la humanidad. Dios busca
no para condenar sino para abrazar. Al igual que la fábula de Adán y Eva, vemos
el infierno como un recurso literario. El infierno no es más que una metáfora
del alma aislada, que al igual que todas las almas finalmente se unió en amor
con Dios " luego más adelante en el mismo blog se menciona que el papa
dijo respecto a la Biblia lo siguiente: “Dios está cambiando y evolucionando
como somos, porque Dios vive en nosotros y en nuestros corazones. Cuando
difundimos el amor y la bondad en el mundo,
tocamos nuestra propia divinidad y la reconocemos. La Biblia es un
hermoso libro sagrado, pero como todas las grandes y antiguas obras, algunos
pasajes son anticuados. Algunos incluso nos llaman para la intolerancia o el
juicio. Ha llegado el momento de ver a estos versos como interpolaciones
posteriores, en contra del mensaje de amor y de verdad, que irradia de otra
manera a través de las Escrituras. De acuerdo con nuestro nuevo entendimiento,
vamos a empezar a ordenar mujeres como cardenales, obispos y sacerdotes. En el
futuro, es mi esperanza que tendremos un Papa mujer un día. ¡Deje que ninguna
puerta se cerrará a las mujeres que está abierto a los hombres! ". Desde
luego que esta publicación causo revuelo en todos los medios sociales de la red
tanto así que se publicó un desmentido de El Vaticano, en una nota oficial en
su página Facebook News.va; al margen si lo dicho por el papa Francisco I sea
cierto o no; creo necesario hacer un aseveración sobre lo que piensa la iglesia
católica respecto a la formación del universo y la evolución de las especies
según la actual visión de la ciencia; desde hace más de ochenta años muchos
miembros de la cúpula de la Iglesia Católica están siendo más receptivos
respecto a los adelantos hechos por la ciencia de la Astronomía; la teoría de
la creación del universo a través de la Gran Explosión o BIG BANG, aceptada hoy
por hoy por toda la comunidad científica mundial, y es la que explica la
formación del universo hace aproximadamente 13,700 millones de años, fue
teorizada por el sacerdote y astrofísico belga Georges Lemaitre quien en 1931,
propuso la idea que el universo se originó en la explosión de un «átomo
primigenio» o «huevo cósmico» o hylem.
Hoy En día existe consenso general dentro de la iglesia católica en que
no debe haber conflicto entre la ciencia de la astronomía y la religión, como
bien afirmara el sacerdote Astrónomo del Vaticano Guy Consolmagno: “no hay
ninguna razón para pensar que existe un conflicto entre la Iglesia y la
astronomía, porque la fe que tiene miedo
de la verdad, no es fe”. Igual declaración hizo el Padre José Gabriel Funes
director del Observatorio Astronómico del Vaticano: "el Big Bang no está
en contradicción con la fe”. “Sabemos que Dios es creador, es un padre bueno
que tiene un plan providencial para nosotros, que nosotros somos sus hijos, y
que todo lo que podamos aprender racionalmente sobre el origen del universo no
está en contradicción con el mensaje religioso de la Biblia". Me satisface de sobremanera saber que son
muchos los miembros de la iglesia católica que dejan de ser ortodoxos
irracionales y ser más abiertos hacía los avances de la ciencia por explicar
los profundos misterios del cosmos.
Asimismo respecto a
la creación bíblica del hombre la Iglesia Católica, desde los más altos miembros de su cúpula, ya la han cuestionado desde 1950; cuando el
papa Pio XII publico la encíclica
"Humani generis" en la que consideró “la doctrina del
'evolucionismo' como una hipótesis seria, digna de una investigación y de una
reflexión profunda, al igual que la hipótesis opuesta.”; en 1981 el cardenal
Joseph Ratzinger declaró lo siguiente: «La fórmula exacta es creación y
evolución, porque las dos cosas responden a dos cuestiones diversas. El relato
del polvo de la tierra y del aliento de Dios, no nos narra en efecto cómo se
originó el hombre. Nos dice qué es el hombre. Nos habla de su origen más
íntimo, ilustra el proyecto que está detrás de él. Viceversa, la teoría de la
evolución trata de definir y describir procesos biológicos. No logra en cambio
explicar el origen del "proyecto" hombre, explicar su proveniencia
interior y su esencia. Nos encontramos por tanto ante dos cuestiones que se
complementan, no se excluyen»; luego en 1996 el Papa Juan Pablo II dijo: “Hoy,
casi medio siglo después de la aparición de la Encíclica “Humani Generis”,
nuevos conocimientos llevan a reconocer en la teoría de la evolución más que
una hipótesis (...). La convergencia, no buscada ni inducida, de los resultados
de los trabajos realizados independientemente unos de otros, constituye en sí
misma un argumento significativo en favor de esta teoría". "si el
cuerpo humano tiene su origen en material viviente que lo precedió, el alma
espiritual fue inmediatamente creada por Dios". La reciente publicación
del libro «Evolución: cruce de caminos entre ciencia, filosofía y teología»
(«L\'Evoluzione: crocevia di scienza, filosofía e teología» (Ediciones Studium)
del padre Rafael Pascual nos da más luz
sobre lo que piensa la iglesia católica respecto a la creación y en el que nos
dice: “para la Iglesia no hay, en principio, incompatibilidad entre la verdad
de la creación y la teoría científica de la evolución. Dios podría haber creado
un mundo en evolución, lo cual en sí no quita nada a la causalidad divina, al
contrario puede enfocarla mejor en cuanto a su riqueza y virtualidad.” “Sobre
la cuestión del origen del ser humano, se podría admitir un proceso evolutivo
respecto a su corporeidad pero, en el caso del alma, por el hecho de ser
espiritual, se requiere una acción creadora directa por parte de Dios, ya que
lo que es espiritual no puede ser originado por algo que no es espiritual.
Entre materia y espíritu, hay discontinuidad. El espíritu no puede fluir o
emerger de la materia, como ha afirmado algún pensador. Por tanto, en el
hombre, hay discontinuidad respecto a los otros seres vivos, un «salto
ontológico».”
Esta concepción desde la más alta esfera del
Vaticano nos da una lectura clara sobre lo que en realidad piensa la cúpula de
la iglesia católica respecto a la creación del universo y de la humanidad. Pues
como se ve solamente los grupos obcecados e irracionales dentro y fuera del
seno de la iglesia católica se escandalizan por estas expresiones, en lo
personal me satisface que la iglesia católica esta abierta a las nuevas
realidades que ofrecen al mundo los descubrimientos y avances a la luz de la
ciencia.
¿SON EN REALIDAD LOS
ESCRITOS BIBLICOS LA PALABRA DE DIOS?
Respecto al comentario atribuido también al
papa donde se dice que “La Biblia es un hermoso libro sagrado, pero como todas
las grandes y antiguas obras, algunos pasajes son anticuados. Algunos incluso
nos llaman para la intolerancia o el juicio. Ha llegado el momento de ver a
estos versos como interpolaciones posteriores, en contra del mensaje de amor y
de verdad, que irradia de otra manera a través de las Escrituras.” Desde mi punto de vista personal considero
que los escritos bíblicos además de transmitirnos mensajes y enseñanzas de
corte moral y éticos, también nos narran la historia de un pueblo, los hebreos.
Indudablemente estos escritos que datan más o menos desde mediados del segundo
milenio AEC, fueron redactados por hombres
no inspirados por una divinidad sino por la fe que a ellos les erogó esa
divinidad por lo tanto no podemos considerar estos escritos con validez históricas al cien por
ciento, muchos relatos son fantasiosos y envueltos en un halo de fábula otros
sin embargo rescataron hechos históricos de una civilización que a través del tiempo fueron olvidados, me
refiero a los sumerios. A estas alturas
ninguna persona racional puede dar crédito a los primeros once capítulos del
libro de Génesis; considero que de entre todos dirigentes de las congregaciones
religiosas de la cristiandad, los de la Iglesia Católica son más racionales, (o
cuando menos la mayoría puesto que existen dentro de la Iglesia Católica grupos
muy ortodoxos); que ya hace mucho tiempo han cuestionado los escritos bíblicos
referentes a la creación; y es que no podemos tapar el sol con el dedo de la
mano, a estas alturas en pleno siglo XXI sabemos que la tierra es más antigua
que lo que se nos dice en los textos bíblicos, a saber la tierra tiene
alrededor de 4,500 millones de años de existencia, la vida microscópica en
nuestro planeta aparece hace mil
millones de años y los primeros ancestros del hombre hace cerca de cinco
millones de años y nuestra especie, el homo sapiens, hace su aparición no hace
más de ciento veinte mil años, de los cuales la primera civilización humana
aparece hace cerca de siete mil años con los sumerios, cuna de los hebreos.
Siempre escuche decir a predicadores tanto
católicos como evangélicos que los libros que componen la Biblia fueron escritos por hombres inspirados
por Dios para que escribieran revelaciones divinas, por lo tanto hay que creer
a ciegas lo que en estos libros se leen; yo pongo
en duda estas premisas empezando con
afirmar que si Dios es un ser divino, omnipotente, omnipresente, omnisciente e
inmutable, como se nos dice en las
primeras clases del catecismo, entonces no habrían tantos errores en muchos
pasajes de los escritos bíblicos relacionados con la historia de la humanidad,
empezando por la creación del universo en el libro de Génesis, yo creo que estas
alturas ya ninguna persona racional puede creer que el universo se creó así
textualmente como se nos explica
en los primeros capítulos del Génesis,
en todo caso solamente es una explicación simplista de hacer entender a las
personas del mundo antiguo de cómo se dio origen a la humanidad, y
particularmente justificar la idiosincrasia de la nación hebrea como una
sociedad patriarcal, tal como lo vemos en la fábula de la primera pareja humana
representada en Adán y Eva, donde se responsabiliza a la mujer del pecado
original por ello Dios la castiga diciendo Gn. 3:16 “A la mujer dijo:
Multiplicare en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz
los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreara de ti.” Por esta
visión bíblica las mujeres hebreas se hallaban en situación de desventaja con
el hombre. Para los hebreos la mujer era
la fuente del mal y la desnaturalización de todo conocimiento además se la
juzgaba de impura durante las menstruaciones y en los cuarenta días que siguen
al parto y por tal motivo el esfuerzo de ellas por expiar sus pecado era doble,
por esa carga religiosa y moral se veía sometida al hombre; obviamente un
razonamiento de esta naturaleza no puede venir de un Dios omnisciente. Esta
visión de la mujer sometida al hombre no la tuvo Jesús; en la comunidad que organizo
junto a sus discípulos habían muchas mujeres y el trato que el mesías tenia
hacia ellas era preferencial, esto lo corroboramos subrepticiamente en muchos
pasajes de los evangelios canónicos, pero de una manera más contundente en los
evangelios apócrifos de María Magdalena y el Evangelio de Tomas. En otro pasaje bíblico
tenemos que Dios destierra a Caín por
haber matado a su hermano Abel y “Salió pues Caín de delante de Jehová, y hábito
en tierra de Nod, al oriente de Eden.” “Y conoció Caín a su mujer, la cual
concibió y dio a luz a Enoc;…” (Gen: 4, 16-17) nos preguntamos ¿No habitan la
tierra en ese entonces solamente Adán, Eva y sus dos hijos Caín y Abel? ¿De dónde
salió esta mujer? A todas luces no podemos tomar literalmente valedero este y
los demás pasajes narrados en los seis primeros capítulos del Génesis, es tan
confuso que algo así no puede ser inspiración de un ser divino y superior.
Moisés, que seguramente redacto este libro, recopilo tradiciones verbales de
sus ancestros; de lo que ellos supusieron como se habría creado la humanidad y
esta tradición debe venir de la primera gran civilización humana hace más de siete
mil años, me refiero a los Sumerios; que obviamente también desconocieron de los primeros grupos
humanos primitivos de hace más de ciento veinte mil años cuando hace su
aparición el homo sapiens; la cantidad de años que separan ambos eventos es tan
distante que no tuvieron la manera de
saberlo, tampoco conocieron la existencia de otras especies humanas mucho más
antiguas y que algunas convivieron con la nuestra hasta no hace más de cuarenta
mil años (el hombre de Neanderthal, el hombre de Denisova y el hombre Floresiensis
). También desconocieron la existencia de culturas y civilizaciones contemporáneas a la
suya en otras partes del mundo como la china que se desarrolló en el II milenio
A.E.C., la civilización India a mediados
del III milenio A.E.C. y las culturas
sudamericanas y mesoamericanas; es obvio que
todo lo que leemos en la biblia no es más que la historia de un pueblo
(los hebreos) y su entorno. Como ya dijimos, Moisés al escribir el Génesis recogió
las tradiciones orales que se transmitían de generación en generación de sus
ancestros representado por su patriarca Abraham quienes salieron de las tierras
de los caldeos hace cerca de cuatro mil años en un pueblo llamado Haran en la Mesopotamia
(Gn, 12.4); si uno repasa los primeros once capítulos del Génesis observara que
hay mucha similitud con los escritos cuneiforme de la antigua civilización de
sumeria relacionados con la creación de la humanidad y otras historias como la
del diluvio universal (si está interesado en esto puede buscar los escritos
Sumerios sobre el Poema de Gilgamesh ) cuyas tradiciones son mucho más antigua
que las de la cultura hebrea; los expertos saben ahora que gran parte de El
Génesis y el Éxodo eran traducciones de textos sumerios aún más antiguos, como
también dijo Jean Bottero en el prólogo de la excelente obra “La cuna de la Civilización”
de Samuel N. Kramer (1959) : “Para todo
aquel que se interese por su pasado, para todo aquel que busque el origen de
las cosas, de las instituciones y de las ideas; para aquel que quiera averiguar
esa explicación genética que sólo puede dar la Historia; para aquel que no
considere la civilización y sus riquezas como un encadenamiento de milagros,
sino como un «continuo», como una especie de río, cuyas fuentes una vez
exploradas permiten una mejor percepción de la naturaleza, no hay actualmente
ningún descubrimiento tan grande como el de los sumerios, no hay tema más digno
de atención y de estudio que su civilización. Y es que, verdaderamente, «la
Historia empieza en Sumer»”.
Curiosamente
la primera vez que aparece el término “hebreo” en la biblia es en Génesis cap.
14 versículo 13 “Y vino uno de los que
escaparon, y lo anuncio a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de
Mamre,…”(no hay un error ortográfico al escribir el nombre del patriarca como
Abram, lo que sucede que así se escribía en Acadio, después de establecer el
pacto con Dios cambio su nombre tal como lo dice en Génesis 17:5 “Y no se
llamara más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham” que quiere padre
de una multitud) , y precisamente la
palabra hebreo proviene del termino sumerio Ibri
que quiere decir nativo de Bri (ya que
en la antigua lengua sumeria se antepone la letra i después del nombre de un
lugar para dar a entender la procedencia de una persona); Zecharia Sitchin nos
explica claramente este asunto en los siguientes términos: “Ibri significaba
nativo de un lugar llamado «Cruce»; y ese, precisamente, era el nombre sumerio
de Nippur: NI.IB.RU -el Lugar del Cruce, el lugar donde la rejilla
antediluviana se cruzaba, el Ombligo de la Tierra original, el antiguo Centro
de Control de Misiones”(Las ruinas de Nippur data del V milenio A.E.C. fue descubierta en el
siglo XIX, se trata del principal centro religioso de la antigua civilización
sumeria); luego continua diciendo: “La caída de la n al pasar del sumerio al
acadio/hebreo era algo frecuente. Al decir que Abraham era un Ibri, la Biblia
simplemente quiere decir que Abraham era un Ni-ib-ri, ¡un hombre de origen
nippuriano!” (Tercer Libro de Crónicas de la Tierra en el capítulo 13 Abraham:
Los años fatídicos) lo que quiere decir que Abraham era de origen sumerio y no semita
como se cree. El Dios del Antiguo Testamento
es una divinidad con todas las pasiones del sentimiento humano, es celoso, iracundo,
avaricioso y hasta insensible, sino veamos en el capítulo séptimo Génesis Acan
hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá tomo unas
monedas, un manto de fino tejido y un lingote de oro de la destruida ciudad
Hai, de parte de los israelitas con ayuda de Jehová, quien además les había
ordenado que todo “el oro, la plata y los utensilios de bronce y hierro, sean
consagrados a Jehová” y entren a formar parte de su tesoro (Gn: 6;19 ¿Sera que
a Jehová le gustaba atesorar de las riquezas de los pueblos que mandaba a
destruir?) y cuando se enteró que Acan tomo una pequeña parte de esos tesoros
para sí, tanto fue su ira que ordeno que lo castigaran sino su ira caería sobre
todo Israel, “Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acan hijo de Zera, el dinero, el manto, el lingote
de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo cuanto tenia, y lo llevaron todo al
valle de Acor.” “Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbate Jehová en este día. Y todos los
Israelitas los apedrearon y los quemaron después de apedrearlos.” (Gn: 7;24-25).
De esa manera Dios quedo complacido. En
Deuteronomio 20; 16-17 Jehová ordena; “Pero de las ciudades de estos pueblos
que Jehová tu Dios te da por heredad, ninguna persona dejaras con vida.” “sino
que los destruirás completamente; al
heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová
tu Dios te ha mandado;” esta orden fue dada
a los israelitas a través de Moisés para que conquistaran todas las ciudades existentes
al oeste del rio Jordán y que pasaran a
filo de espada a todos sus habitantes, no solamente a los hombres a quienes
enfrentaran en combate, sino también a las mujeres niños y ancianos, lo que
actualmente calificaríamos como crímenes de lesa humanidad. Es posible que los
antiguos israelitas justificaran sus horrendos crímenes de guerra como un
mandato divino, porque algo así no puede venir de un ser divino y superior, a
todas luces puede observarse que este Dios del Antiguo Testamento no es el Dios
que nos presenta Jesús; el mesías galileo en cambio nos habla de un Dios
amoroso, dadivoso y misericordioso. No podemos dudar el valor histórico de algunos hechos narrados en la biblia
respecto a los hebreos y su relación con
las culturas y civilizaciones que lo rodearon; además de su gran valía en cuanto a enseñanzas éticas y
morales; y si el papa Francisco I hubiera dicho que: “La Biblia es un hermoso
libro sagrado, pero como todas las grandes y antiguas obras, algunos pasajes
son anticuados. Algunos incluso nos llaman para la intolerancia o el juicio. Ha
llegado el momento de ver a estos versos como interpolaciones posteriores, en
contra del mensaje de amor y de verdad, que irradia de otra manera a través de
las Escrituras.” No estaría del nada equivocado.
Es indudable que a través de los tiempos, desde que se escribieron los primeros
libros de la Biblia, los escribas posteriores han ido agregándole algunas
frases e inclusive versos completos de su propia cosecha a los textos
existentes; pero donde se han podido observar más interpolaciones son en los cuatro primeros libros del Nuevo
Testamento. Con todo esto quiero afirmar
que los textos que componen la biblia han sido escritos por hombres hebreos
para resaltar y perennizar en los anales de la historia la presencia de su pueblo.
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