Friday, July 4, 2014



 
LA PRIMERA RAZA HUMANA
 
 
 
  Todos los seres humanos tenemos en nuestros cromosomas  mitocondriales  nuestro historial genético desde que nuestra especie, el Homo Sapiens,  hizo su aparición sobre la tierra. Los avances de la genética así como de la antropología  han determinado que la primera raza humana ha sido, sin lugar a dudas, la raza  negroide, la base de esta afirmación científica tiene su sustento en que las primeras apariciones de restos fósiles de huesos humanos más antiguos han sido encontrados en el áfrica ecuatorial a saber en Etiopia y en la zona donde actualmente domina el desierto del Sahara, que en la época en que aparece el hombre era una selva tropical con temperaturas por encima de los 40 grados centígrados, a temperaturas tan elevadas la naturaleza proporcionó al hombre una sustancia que lo protegiera contra los rayos ultravioletas del sol, esta fue la melanina que es producido por los melanocitos que son células epiteliales que forman parte de nuestra piel, la mayor cantidad de melanina hace que nuestra piel sea muy oscura por esta razón los primeros humanos de hace 150 mil o 200 mil años (épocas en la que se cree que hizo su aparición nuestra especie sobre la faz de la tierra) tenían la piel demasiada oscura (negra) lo que le permitiría que los rayos ultravioletas  pasan a nuestro organismo en la cantidad suficiente para que en reacción con el ergosterol produzca la vitamina D, muy importante en nuestro organismo la cual la utiliza para la evitar el raquitismo, una enfermedad producida por la falta de suficiente vitamina D (deficiencia de vitamina D). La vitamina D se necesaria para combatir la debilidad ósea (osteoporosis), el dolor de huesos (osteomalacia), la pérdida ósea en las personas con un trastorno llamado hiperparatiroidismo, y una enfermedad hereditaria (osteogénesis imperfecta) en la cual los huesos son especialmente frágiles y se quiebran fácilmente. También se usa para la prevención de caídas y fracturas en las personas con riesgo de osteoporosis y para prevenir el desarrollo de bajo nivel de calcio y pérdida ósea (osteodistrofía renal) en las personas con insuficiencia renal. La vitamina D se usa para las enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos que incluyen la presión arterial alta y el colesterol alto. También se usa para la diabetes, la obesidad, la debilidad muscular, la esclerosis múltiple, la artritis reumática, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma, la bronquitis, el síndrome premenstrual (SPM), y las enfermedades de los dientes y encías.  




Sin embargo hace 90 mil años se da inicio a la última glaciación en nuestro planeta, es decir todo el hemisferio norte de nuestro planeta alcanzo temperatura muy bajas, tanto así que todo el continente Europeo fue algo parecido a la Antártida de nuestros días, este cambio climático global trajo muchos estragos al África Sahariana, convirtiendo toda esa basta vegetación en una zona desértica en unos decenios de años, obligando a la población de homo sapiens acantonadas en esas áreas a migrar a otros zonas que le permitieran el sustento diario, un grupo migro más hacia el sur del continente africano mientras que otros se fueron más al norte entrando al Asia Menor y de ahí a través del península arábica poblar la india y el Asia  Septentrional, como la China actual y Mongolia eso hace unos 70 mil años antes de nuestra era, originándose así la raza mongoloide que a su vez 58 mil años después cruzan masivamente el estrecho de Bering aun en plena era glacial para  poblar el continente americano, conforme el Homo sapiens se iba instalando a nuevos ecosistemas menos calurosos y mas fríos, ya no era necesario que su piel se protegiera de los rayos ultravioletas y por el contrario necesita de esos rayos para producir la vitamina D que tanto necesita su organismo.

 Siguiendo con la empuje migratorio del hombre prehistórico en la búsqueda  de nuevos habitads, hace 50 mil años el hombre migra a Australia  y Oceanía y finalmente hace aproximadamente 35 mil años  migra del Asia menor hacia la Europa glacial, donde los días eran más cortos que las noches, por ello que los migrantes humanos que pueblan esta región necesitan  de aprovechar cada rayo de sol el que a su vez ayuda en la reacción del ergosterol de la piel para producir vitamina D; un elevado porcentaje de melanina sería una barrera que impediría este aprovechamiento, es así que con esta última migración del hombre prehistórico da origen a la raza caucásica o blanca, la última de las razas que dio origen nuestra humanidad. La variedad de tonos de piel así como las características morfológicas de nuestra especie en cada una de sus  características raciales tiene que ver con el ecosistema en la que se desenvuelve estableciendo habitad en zonas más templadas, menos inhóspitas, y  en persecución de los grandes animales de caza.

Por todo lo expuesto podemos afirmar que “no hay sustento para las teorías eugenésicas que defienden la supremacía de ciertas razas; al contrario, la diversidad obedeció a las circunstancias de un proceso evolutivo y prolongado de adaptación biológica y migración, no a otra cosa”. No existe la raza pura, cada uno de nosotros llevamos en nuestros genes mitocondriales las señas de nuestra raza oriunda; es decir la raza negra. Por eso si tomamos textualmente lo que se lee en  el texto bíblico en la que dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza….” (Gn. 1,26) entonces tendríamos que suponer que Dios es negro.