Sunday, December 20, 2015


Una  reflexión sobre el nacimiento de Jesús
Hace aproximadamente dos mil treinta años nació en alguna ciudad de Galilea uno de los personajes más importantes de la historia del mundo occidental no solamente porque sobre su persona se cristalizo una de las creencias religiosas más importante el cual representa el 31% de la población mundial, esto es de aproximadamente dos mil doscientos millones de creyentes cristianos; sino porque de lo poco que podemos rescatar de su verdadero mensaje, tengo la certeza que conceptualizo la idea de un mundo sin barreras sociales, raciales o cualquier otro tipo de discriminación que han separado y separan a las sociedades humanas a través de la historia; idealizo una sociedad de hermandad y amor entre sus miembros que el denomino el Reino de Dios; me refiero sin lugar a dudas a Jesús  de  Galilea;  aun  cuando  no  tenemos    la certeza  exacta  del   día   ni   el  año  de  su  nacimiento (yo estimo que nació más o menos el año 15 AEC)  la iglesia católica, que se construyó sobre la base de parte de su mensaje, estableció un 25 de Diciembre como fecha de su natalicio; bueno poco interesa la fecha exacta de este acontecimiento, lo que sí es importante es recordar  al Jesús humano e histórico; por el legado que nos dejó su mensaje a través del tiempo y que calo en lo más profundo del pensamiento humanista del mundo contemporáneo. Jesús no dejo de ser un judío y profesar el judaísmo como su credo, mas todo lo contrario vio por conveniente introducir dentro de esa fe un nuevo espíritu renovador, ya que estuvo en contra con las conductas segregacionistas y excluyentes de las costumbres tradicionales arraigadas no solo en el mundo judío sino en el mundo mediterráneo del siglo I, por eso todo su mensaje y su conducta estuvo en contradicción a las creencias tradicionales de la época; les dio la importancia que merecían a las mujeres ya que en la comunidad que organizo conjuntamente con sus discípulos ellas estuvieron jerárquicamente a la altura de cualquiera de sus seguidores, hizo de los pobres y desposeídos parte de su comunidad porque nunca estuvo de acuerdo con las diferencias sociales, ni del hecho de separar a los ancianos sin familia y a los enfermos de un mal incurable a quienes también acogió y curo de sus males. Jesús  rechaza la sociedad estratificada de su época a favor de una sociedad abierta, igualitaria y  justa.  Por esta razón en esta fecha debemos reflexionar las contradicciones que existen en nuestro mundo contemporáneo, vivimos en una sociedad que se dice cristiana; sin embargo sobre los cimientos de su crecimiento y desarrollo económico hay millones de personas que apenas viven en el umbral de la pobreza extrema, ni que decir de la violencia, la exclusión y discriminación en diversos lugares del orbe; nuestra sociedad gira en torno a una economía consumista y materialista   que privilegia el individualismo egoísta antes que el solidarizo y amor al prójimo como predicara el mismo Jesús. A pesar de todo siempre hay un día al año que nos hace reflexionar que hay esperanzas de cambiar este mundo si cada uno de nosotros nos convertimos en portadores en nuestros hogares y grupos de amigos del verdadero mensaje que nos legara Jesús, no de aquellos pastores que crean iglesias disque cristianas a cada esquina de la ciudad, para llenar sus arcas de dinero a costa de los incautos fieles.