Monday, September 7, 2015

ASTRONOMIA Y RELIGION


ASTRONOMIA Y RELIGION

 

¿EXISTE CONFLICTO ENTRE LA CIENCIA DE LA ASTRONOMIA Y LA RELIGION?

El Vaticano en Roma
 
El concepto que tienen muchos religiosos de le fe católica en la actualidad respecto a los fundamentos de la ciencia en relación a la creación del universo a través de la Teoría de Big Bang, es de total receptibilidad, lo cual revela el grado de racionalidad incorporada a los actuales conceptos teológicos de la Iglesia Católica al respecto; lo que me parece halagüeño, toda vez que con ello se desmitifica el relato bíblico de la creación divina del universo.  En 1993 la Pontificia Comisión Bíblica, en «La interpretación de la Biblia en la Iglesia»  manifestó que en cuanto a los nuevos conceptos científicos respecto a las leyes tanto de macrocosmos como del microcosmos la iglesia debe “hacer una correcta exégesis de los textos bíblicos”; “para la Iglesia no hay, en principio, incompatibilidad entre la verdad de la creación y la teoría científica de la evolución. Dios podría haber creado un mundo en evolución, lo cual en sí no quita nada a la causalidad divina, al contrario puede enfocarla mejor en cuanto a su riqueza y virtualidad.” Es cierto que dentro del seno de la Iglesia Católica se vive cierto conflicto entre facciones ultraconservadoras, representadas por el Opus Dei, y las facciones más liberales que representan la expresión del concilio Vaticano II inaugurado por el Papa Bueno Juan XXIII, uno de esos representantes es sin duda alguna el sacerdote Astrónomo del Vaticano Guy Consolmagno quien en alguna ocasión manifestó: “no hay ninguna razón para pensar que existe un conflicto entre la Iglesia y la astronomía,  porque la fe que tiene miedo de la verdad, no es fe”. En efecto la Iglesia Católica en particular y todas las iglesias que conformar el conglomerado cristiano existente en el mundo actual no pueden seguir viviendo a espaldas de los nuevos postulados científicos respecto a los misterios que ofrece el cosmos y  los nuevos descubrimientos que los hombres de ciencia hacen al respecto; las instituciones  religiosas no pueden  quedarse estancadas en sus planteamientos teológicos, tienen que ir renovando sus concepciones acorde a los avances que dictan la ciencia de lo contrario  se verían relegadas en la era arcaica del raciocinio y conocimiento humano; los actuales estudios tanto de macrocosmos como del microcosmos nos acercan a conocimientos jamás imaginados, abriendo nuevos campos del saber humano que nos alejan cada vez mas de las creencias mitológicas emanadas de cualquier conceptualización teológica conocida.

Por lo que podemos afirmar sin lugar a dudas que la Biblia no tiene ninguna orientación científica sobre la creación del universo ni mucho menos tiene una exacta orientación histórica respecta a la aparición de nuestra especie “El Homo Sapiens” sobre la faz de la tierra; los escritos bíblicos solamente tiene una finalidad religiosa.
¿EXISTE UN DIOS TODOPODEROSO QUE DIGITA EL DESTINO DE NUESTRA HUMANIDAD?


La tierra hace 3,500 millones de años cuando se da origen la vida unicelular en el mar
 Todo lo que se nos dice en los once primeros capítulos del Génesis bíblico no es otra cosa que un conjunto de relatos míticos envuelto de un halo de fábula  relacionados a la creación divina de la tierra y el de nuestra especie representada en la primera pareja Adán y Eva. Veamos en los primeros capítulos del Génesis se nos dice: 1.1 “En el principio Dios creo los cielos y la tierra.”  1.2 “Y la tierra estaba desordenada y vacía y las tinieblas estaban sobre  la faz del abismo; y el Espíritu de Dios de movía sobre la faz de da las aguas.” 1.3 “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz” 1.4 “Y vio Dios que la luz era buena, y separo Dios la luz  de las tinieblas.” 1.5 “Y llamo Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamo noche”. Bueno en estos primeros párrafos bíblicos lo que entendemos es que  Dios creo  los cielos y la tierra; ¿Qué entendían los antiguos hebreos por el cielo? Entendían a la bóveda celeste conocidas por ellos y que consideraban la atmosfera que envuelve la tierra ; porque  luego en el  mismo texto del Génesis se continua diciendo en el  mismo capítulo 1 versículos 6 y 7 que Dios separo las aguas que estaban por encima de la expansión con las que estaban por debajo de ellas; es obvio que quienes redactaron estos párrafos extendían como expansión la inmensidad del océano donde su visión no daba más allá de las distancias y las que estaban debajo del horizonte eran los mares que conformaban parte de la tierra y los que estaban por encima eran las nubes que era la cantidad de agua condensada que después se precipitaban sobre la tierra en forma de lluvia, lo cual quiere decir que el universo  de los antiguos hebreos era muy pequeño; pero lo que no se comprende es lo que se nos dice sobre las tinieblas que estaban sobre el faz del abismo, para el astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico Stephen Hawking estos primeros textos del génesis bíblico no es otra cosa que la conceptualización que tenían los antiguos hebreos “en la época en que la Biblia fue escrita” de la credibilidad de que la Tierra era plana. 
Stephen Hawking
 Más adelante se escribe en el mismo génesis: 1.14”Dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años.” 1.15 “Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.” 1.16  “E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas.”  Todo lo que entendemos en estos párrafos es que el Big Bang bíblico se inicia con la tierra y luego se crea el sol, la luna y las demás estrellas;  lo cual nos da a entender que los antiguos hebreos creían en la posición central de la tierra respecto a los otros astros que existían en toda la bóveda celeste conocida por ellos; hoy en pleno siglo XXI con todo lo que nuestra humanidad a través de la ciencia ha podido avanzar en el campo de la Astronomía y la Cosmología, podemos certificar fehacientemente que la mención que se hace en el libro del Génesis  respecto a la creación divina no tiene implicancia científica; considero que de entre todos dirigentes de las congregaciones religiosas de la cristiandad, los de la Iglesia Católica son más racionales, que ya hace mucho tiempo han cuestionado los escritos bíblicos referentes a la creación; para vuestra  información la teoría del Big Bang que establece la creación de nuestro universo y que es reconocida por toda la comunidad científica mundial, fue planteada por un sacerdote católico, astrologo y astrofísico belga llamado Georges Lemaitre  quien observó por primera vez, en 1927, que el universo se hallaba en permanente expansión por tanto debería remontarse en el tiempo hasta un único punto de origen por lo que toda la materia que compone el universo estuvo en un estado pequeñamente compactado, entonces propuso la idea de que el universo se originó con la explosión de un «átomo primigenio» o «huevo cósmico» o hylem; esta revelación teórica tuvo una gran repercusión científica  de tal manera que hizo que el mismo Einstein quien creía en un universo estático y que existió por siempre, retirara de su fórmula general de relatividad la constante cosmológica que justificaba este universo estático . La teoría del Big Bang no descarta la visión creacionista del universo mas todo lo contrario lo reafirma; la interesante conceptualización de que nuestro universo tuvo un inicio abre la expectativa de que tuvo que haber una energía inteligente superior que desencadeno esta singularidad o bien podemos decir que hubo una mano divina para ello. Rice Broocks en su reciente obra “Dios no está Muerto; la evidencia detrás de la película” argumenta con cierta solidez la relación que existe entre creacionismo con el comienzo del universo, puesto que nada comienza al azar; siempre existe una causa divina para ello. Sin embargo hay un mutismo intencionado sobre los primeros capítulos del génesis leído líneas arriba en el que demostramos la incoherencia e incompatibilidad científica de la creación bíblica de lo que actualmente sabemos de cómo se originó el universo; además siendo un cristiano no católico le resta el mérito al sacerdote católico belga George Lemaitre respecto la teoría del Big Bang a favor del astrónomo norteamericano Edwin Hubble quien dos años después de Lemaitre propuso la misma teoría al observar que la luz de las estrellas parecían ser más rojas cuando la distancia aumentaba respecto a la tierra y contrariamente más azules mientras más cerca a las tierra se encontraban; a este evento se le conoce como el “corrimiento al rojo”.      Estoy de acuerdo con esa visión creacionista; en todo caso debemos  plantearnos la siguiente pregunta: ¿Cuál es el propósito de la existencia de este universo material? La explicación podría estar en la existencia de aquella energía inteligente que dio origen a este universo material y que proviene de aquella  dimensión  espiritual que existió antes y por siempre; es decir la dimensión divina donde habita ese gran espíritu que llamamos Dios; quien dio el soplo espiritual a toda vida inteligente que habitan  en los millones de galaxias existentes en todos los universos para que evolucionen en cuerpos materiales en un proceso de aprendizaje y desarrollo espiritual para alcanzar, después de varias existencias materiales el grado de iluminación y retornar a aquella dimensión espiritual repotenciando los mundos materiales. Esta conceptualización que les parecerá extraña tiene su fundamentación filosófica en la nueva concepción científica de la teoría de cuerdas; los actuales estudios de la física cuántica están llegando a la conclusión de la existencia de varias dimensiones y multiuniversos paralelos explicando de esta manera los fenómenos de las partículas subatómicas en el microcosmos cuando estas aparecen aleatoriamente para luego desaparecer y volver  a aparecer en otro lugar. La conceptualización de la existencia de varias dimensiones que interactúan entre sí podrían explicar no solo el fenómeno descrito líneas arriba sino también el paradigma que representa para la ciencia la existencia de la Fuerza Gravitatoria, así como la existencia de aquella energía que mantiene en equilibrio todas las leyes que rigen estos universos materiales (tanto en el microcosmos como  el macrocosmos) Rice Broocks trata de menoscabar esta hipótesis como un artilugio ateo para eliminar cualquier conceptualización divina de la creación del universo, cuando desde mi punto de vista lo estaría avalando, además que nos introduce en el campo de la existencia de la última y máxima dimensión superpuesta a todas las dimensiones materiales y que yo denomino la dimensión divina habitada por entidades espirituales. Por ello no hay razón para pensar en la existencia de un Dios muy personalizado que digite los destinos de nuestra humanidad; el espíritu vital que habita en cada uno de los cuerpos de los seres de vida inteligente en el universo en cada una de las múltiples galaxias están ya predestinadas a lograr su experiencia y desarrollo espiritual eso es inmanente en cada ser, no hay necesidad que algún espíritu superior se haga presente a explicárnoslo como conceptualizan las religiones en cualquiera de sus múltiples particularidades teológicas. Durante los cortos años de su ministerio Jesús impartió enseñanzas para desarrollar nuestro yo interior, lastimosamente todo su mensaje  ha sido mal  interpretado y se ha incluido en su credo tradiciones paganas y un confuso dogma teológico que ha distorsionado el contenido de fondo de sus enseñanzas.   En el Evangelio canónico de Juan 14 dice: “11  Creedme que yo estoy en Dios y Dios está en mí; de otra manera creedme por las mismas obras.  12 De cierto de cierto os digo: El que en mi cree, las obras que yo hago vosotros también  lo harán; y aún obras mayores harán porque son de Dios.” Uno se preguntara ¿Cómo podemos obrar como Jesús si según los preceptos teológicos de la iglesia Jesús es un ser divino? Este mensaje de Juan tiene su correlato  en el Evangelio Según Tomas (recogido de los manuscritos  hallados en Nag Hammadi en 1945) cuando Jesús dice: “Si aquellos que os guían os dijeren: ved el reino está en los cielos. Entonces las aves del cielo os tomaran la delantera. Y si os dicen: Esta en el mar. Entonces los peces os tomaran la delantera.  Mas el reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros. Cuando lleguéis a conoceros a vosotros  mismos entonces seréis conocidos y caeréis en la cuenta de que sois hijos del padre viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, estéis sumidos en la pobreza  y sois la pobreza misma”; Lo que quiere decir que cada uno de nosotros tenemos esa chispa divina dentro de sí que debemos descubrir y desarrollar. Es esta nuestra humanidad, la que decide su propio destino nada está predestinado ni profetizado; es el nivel de espiritualidad del conjunto de nuestra humanidad el que decide   el bienestar o malestar del mundo material en el que vivimos.   
CREACIONISMO  Y EVOLUCIONISMO
Creacion biblica de Adan y Eva

Por otro lado no podemos negar la teoría de la evolución de las especies; ahora  en pleno siglo XXI si podemos decir que es una de las teorías mejor fundamentada a través de varios campos del conocimiento humano como la Antropología Biológica, la Antropología Cultural,  la Paleontología, la Arqueología y la Genética;  empero la idea que tenemos de un  Dios creador muy personalizado, que digita los destinos de nuestra humanidad, pierde solidez argumental cuando observamos que a través de la historia del género  humano, esta se desarrolló sin un patrón preconcebido a través de miles de años hasta llegar a formar la civilización actual con todos sus  adelantos tecnológicos y sus miserias espirituales y morales. Cuando aparece nuestra especie, el homo sapiens, sobre la faz de la tierra hace cerca de ciento sesenta mil años; no hubo nadie quien lo guiara ni enseñara la manera de desenvolverse en su medio; nuestra especie tuvo que aprender a través  de la experiencia cotidiana a sobrevivir de los grandes animales depredadores, a aprender a cazar pequeños animales, recolectar frutas o semillas para su sustento diario y agruparse en pequeñas comunidades identificadas por lazos de parentescos llamados clanes; largo y penoso fueron los años que transcurrieron para aprender la manera de sobrevivir en un mundo tan agreste como la tierra de entonces; como toda especie animal cada clan marco su territorio defendiéndolo a muerte de cualquier invasor de su misma especie por instinto de supervivencia; el proceso de aprendizaje para formar sociedades con ciertos rasgos de cultura fue muy largo, se calcula en ciento cincuenta mil años,  el hombre recién forma comunidades con desarrollo cultural cuando conoce la agricultura hace cerca de nueve mil años y luego da el gran impulso de formar civilización con los sumerios hace cerca de siete mil años. El aprendizaje del hombre para formar civilización no fue tan fácil, no hubo divinidad alguna que lo guio, en todo caso el hombre quiso tener una divinidad muy personalizada a su clan para que lo cuidara. Es posible que Dios no se manifestara tal lo como pensamos o como lo teologizan todas las religiones.
Todas las especies humanas que antecedieron al homo sapiens
 Yo pregunto ¿Tiene alguna explicación la religión judeocristiana a través  de los escritos bíblicos, la existencia de otras especies humanas mucho más antiguas que la nuestra e inclusive algunas convivieron con nosotros no hace más de treinta mil años como el hombre de Neanderthal, el hombre de Denisova y el hombre Floresiensis? No la tiene porque simplemente los antiguos hebreos que redactaron estos libros no tenían la manera de saberlo. La arqueología moderna nos ha permitido no solamente conocer la cultura y las formas de vida de los pueblos antiguos sino que también a través de métodos de datación de tiempo nos permite conocer también la antigüedad expresada en miles de años que tuvo determinada cultura; el génesis bíblico a través de su referencia genealógica nos determina la cantidad de años que se supone tiene  la creación del hombre, obviamente que esto queda demasiado cortísimo ante la cantidad de años determinado por los restos óseos más antiguos de nuestra especie el “Homo Sapiens”   encontrados el año 2007 en un yacimiento en Marruecos y cuya datación está determinando en 160 mil años. La teoría de la evolución esta explicado en la cantidad de restos óseos encontrados en cada una de todas las especies  en el que se observan los cambios fisiológicos que han tenido a través de miles de años en un proceso de adaptación en función al cambio del ecosistema que presentaba la tierra en una época dada, las especies que no se adaptaban estaban destinadas a la extinción, sin embargo el enigma aun no explicado es de cómo se inició la vida en nuestro planeta, se sabe a través de fósiles marinos que la vida microscópica se dio hace más o menos de tres mil quinientos millones de años en el mar, tuvieron que pasar algo más de dos mil millones años para que recién aparecieran formas de vida multicelulares más complejas la teoría de la evolución explica cómo fueron evolucionando las especies a través del tiempo, pero como se originó la vida quizás tenga una explicación más especulativa, que entra en el terreno del creacionismo divino o  de un hecho fortuito producto de una singularidad sin causa alguna; la manera secuencial de cómo se dio inicio la vida según el génesis bíblico no tiene asidero científico ya que en el versículo 11 del primer capítulo. Después que Dios separo los mares de la tierra, creo la vida vegetal cuando dice: “Produzca la tierra hierba verde, que de semilla; árbol de fruto que de fruto según su género.” Sin embargo todavía no había creado el sol; recién en el capítulo 16 se nos dice que Dios creo la lumbrera mayor “para que señorease en el Día”; hoy sabemos que ninguna planta puede vivir sin los rayos del sol. Por lo tanto descartemos esta versión bíblica de la creación de la vida en la tierra sin que quiera esto decir que eliminemos de nuestros planteamientos la posibilidad de una dirección inteligente para que  la vida tuviera inicio  tal como lo conceptualizamos actualmente, aunque tenga visos de planteamientos materialistas ¿Por qué  no pensar que Dios determinara que la vida se diera de una manera evolutiva desde lo más simple, es decir la formación de sustancias orgánicas como los aminoácidos que dieron origen a las proteínas y estas a su vez a las células primitivas, dando existencias a una serie de vidas unicelulares; para después de varias mutaciones y transformaciones en función del medio marino en el que evolucionaban estas formas de vidas unicelulares se diera la vida multicelular en sus variadas formas y diversidades y así dar el gran salto de la formación de formas vidas marinas animales y vegetales  más complejas?   Pienso que lo planteado por el aun cardenal  Joseph Ratzinger (posteriormente elegido como el papa Benedicto XVI) en 1981 fue muy razonable, como la de  una persona racional que acepta nuevas realidades cuando  declaro lo siguiente: «La fórmula exacta es creación y evolución, porque las dos cosas responden a dos cuestiones diversas. El relato del polvo de la tierra y del aliento de Dios, no nos narra en efecto cómo se originó el hombre. Nos dice qué es el hombre. Nos habla de su origen más íntimo, ilustra el proyecto que está detrás de él. Viceversa, la teoría de la evolución trata de definir y describir procesos biológicos. No logra en cambio explicar el origen del \"proyecto\" hombre, explicar su proveniencia interior y su esencia. Nos encontramos por tanto ante dos cuestiones que se complementan, no se excluyen». Asimismo en Octubre del 2014 el actual Papa Francisco I en la Pontificia Academia de las Ciencias en el Vaticano, dijo sobre este mismo tema lo siguiente: “La evolución de la naturaleza no contrasta con la noción de creación, porque la evolución presupone la creación de los seres que evolucionan”, “Él (Dios) creó a los seres y les dejó que se desarrollaran de acuerdo a las leyes internas que les dio a cada uno, para que evolucionaran, para que llegaran a su plenitud”. Claro que estas declaraciones causaron revuelo principalmente a aquellas congregaciones cristianas adeptas a la fidelidad literaria de los escritos bíblicos.
   Pienso que todas las comunidades cristianas existentes actualmente en sus variadas facetas deben refundarse, no solamente en descubrir el verdadero mensaje de Jesús opacado y escondido dentro de toda una trama confusa de conceptos teológicos, ni seguir viviendo en la era de oscuridad e irracionalidad a espaldas del pensamiento racional del conocimiento humano actual,   sino que también debe despercudirse de todo ese riguroso apego religioso y abrirse ante los nuevos conceptos que los actuales  adelantos científicos nos transmiten de un cosmos maravilloso, enigmático y aún desconocido y sin embargo explicado en toda su amplitud.
 
LO QUE PENSABA ALBERT EINSTEIN SOBRE LA RELIGION
Quiero recordar algunas reflexiones hechas por Allbert Einstein al respecto que dice así: “Los científicos creemos que cualquier cosa que sucede, incluyendo los asuntos de los seres humanos, se debe a las leyes de la naturaleza. Por tanto, un científico no puede inclinarse a creer que el curso de los eventos pueda ser influenciado por la oración, es decir, por un deseo manifestado de forma sobrenatural”
Albert Einstein
 
“Sin embargo, debemos conceder que nuestro conocimiento actual de estas fuerzas es imperfecto, así que en el fondo, la creencia en la existencia de un espíritu final y definitivo reside en un tipo de fe. Esta creencia se mantiene ampliamente extendida aun en medio de los actuales logros de la Ciencia. Pero también, cualquier persona que esté seriamente involucrada en la búsqueda de la Ciencia acaba convenciéndose de que algún tipo de espíritu se hace manifiesto en las leyes del Universo, uno que es enormemente superior al espíritu del hombre. En este sentido, la búsqueda de la Ciencia lleva a un sentimiento religioso de un tipo especial, que seguramente es bastante diferente a la religiosidad de alguien un poco más inexperto”.
“La palabra Dios no es para mí nada más que la expresión y producto de la debilidad humana, la Biblia no es otra cosa que una colección de honorables pero aun así primitivas leyendas que sin embargo son bastante infantiles. Ninguna interpretación, no importa cuán sutil sea, puede (para mí) cambiar esto. […] Para mí la religión judía, como todas las otras religiones, es una encarnación de las supersticiones más infantiles.”
"Mi religiosidad consiste en una humilde admiración hacia el espíritu infinitamente superior que se revela en los leves detalles que somos capaces de percibir con nuestras frágiles y débiles mentes. Esa convicción profundamente conmovida de la presencia de un poder razonador superior, que se revela en el universo incomprensible, constituye mi idea de Dios... Que se preocupe el diablo si los curas se aprovechan de esto"