Saturday, July 9, 2016

RETOS DEL PRESIDENTE DEL PERU PEDRO PABLO KUCZYNSKI


RETOS DEL PRESIDENTE ELECTO DEL PERU PEDRO PABLO KUCZYNSKI
Pedro Pablo Kuczynski recibiendo su credencial de presidente electo del Peru
1.- PROBLEMA DE LA DESIGUALDAD EN LOS INGRESOS  Y LA POBREZA



 

Tremendo reto tendrá el  presidente electo Pedro Pablo Kuczinsky cuando asuma la presidencia del Perú este 28 de julio, en primer lugar tendría que tomar las medidas adecuadas para relanzar la economía peruana a niveles de crecimiento del orden del 7% en un entorno económico donde el precio de los productos minerales y el petróleo están muy bajos y del cual depende la estructura productiva nacional toda vez que esta es eminentemente extractiva, es decir el 70% de nuestras divisas dependen de este rubro mientras que la actividad industrial manufacturera, agroindustrial y de servicios el 30% restante; el gobierno del presidente Humala deja la economía del país con un crecimiento del orden del 3.5%;  si bien es cierto que la tasa de pobreza  total e indigencia (pobreza extrema) disminuyó considerablemente desde que dejo el poder Alberto Fujimori (54% de pobres y 18% en extrema pobreza en el 2000)  actualmente  representan respectivamente  el 23,9 %  y  4,7 %;  hay   que




                                                  Situación de pobreza de muchos niños en el Perú

 
tener en cuenta que estos 30% de personas que dejaron de ser pobres y que han ingresado a formar parte del mercado laboral, gracias a las inversiones públicas como las privadas, están exentos de beneficios laborales y no han llegado todavía a consolidarse como personas que hayan dejado la pobreza para siempre ya que están bordeando la línea que los separa de los pobres y que Cualquier crisis de la economía propia del sistema capitalista podría volverlos a la pobreza; el modelo neoliberal aplicado desde ya hace 26 años ha ampliado la brecha de inequidad y desigualdad en los ingresos,  según el coeficiente Gini en el  2015 el Perú tuvo un coeficiente de 0.44 (considerando el coeficiente 1 como el de una sociedad en perfecta desigualdad), para el INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática), este coeficiente disminuyo apenas 0.01 puntos desde el inicio de este Gobierno, en el 2011. El problema de la desigualdad en el país radica sin lugar a dudas en el modelo económico seguido tras el consenso de Washington en 1991; del cual el actual presidente electo es uno de sus directos impulsores; mientras se continúe con la política de flexibilización laboral llevado a cabo desde el inicio del modelo económico neoliberal no habrá mejoras en la desigualdad en los ingresos y exclusión; los sueldos y salarios de los trabajadores en términos reales se han visto congelados desde que se inició el modelo, si bien es cierto que los índices inflacionario es de tan solo un 4%, sin embargo la mayoría de los trabajadores trabajan bajo el sistema de tercerización, lo cual les impiden gozar de los beneficios que tienen los pocos trabajadores registrados en planillas en las empresas en las que prestan servicios, como dato interesante daré algunos indicadores del mercado laboral pues el 8% de los trabajadores tienen contrato indefinido, el 23% tienen contratos a plazo fijo y el 64% no tiene contrato. Peor aún, menos de 9 de cada 100 trabajadores están sindicalizados y pueden negociar sus salarios y condiciones laborales.

Trabajadores mineros

Los especialistas teóricos del neoliberalismo nos dicen que para que el Perú logre disminuir la desigualdad y reducir la pobreza por debajo del 10% debe tener un crecimiento sostenido del orden del 8% por lo menos en tres décadas. Muy conveniente mientras tanto son los sectores asalariados y pobres del Perú quienes deben dar la cuota de sacrificio, cuando debería ser todo lo contrario; los sectores más pudientes, los grandes empresarios, deberían poner su cuota de sacrificio reduciendo sus grandes ganancias y remunerando más a sus trabajadores a niveles reales, que les permitan no solo solventar la canasta básica familiar sino tener excedentes para su capitalización familiar; y no solo eso; esto posibilitaría un mayor crecimiento de la demanda de consumo en el mercado interno. La estructura económica a la que nos ha sometido el neoliberalismo es que dependamos exclusivamente de las industrias primarias actualmente estas representan el 5% del crecimiento económico, mientras en las industrias manufactureras de exportaciones no tradicionales su crecimiento ha sido tan solo del 2%. Lo cual quiere decir que PPK tendría que hacer un gran esfuerzo y dar un giro heterodoxo en algunas normas del modelo económico, aun atentando contra sus concepciones neoliberales, empezando con  desflexibilizar  los derechos laborales a la que fueron despojados los trabajadores e incrementar el sueldo mínimo a niveles reales; hagamos un rápido ejercicio matemático; según INEI el valor mínimo mensual que requiere una persona para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias es de S/. 303 Per cápita por debajo de este nivel esta la línea de pobreza, si tenemos en cuenta que el número de miembros de una familia pobre es de 4,7 de los cuales los hijos son menores de 12 años en la mayoría de los casos, entonces para que esta familia dejase de ser considerada pobre debería tener un ingreso mensual de S/. 1,424; sin embargo el sueldo mínimo vital es de S/. 850.00; hay que considerar que en la familia pobre el jefe de hogar es el único que lleva el sustento familiar y la esposa tiene trabajos ocasionales que no le interrumpa el cuidado de sus menores hijos en su mayoría menores de 2 o 3 anos.  Los pobres que trabajan, realizan actividades relacionadas con la agricultura, pesca y minería (55,5%), servicios (14,0%), comercio (11,3%), manufactura (7,5%), entre otros. Los pobres son generadores de su propio empleo, ya que el 44,1% participa en el mercado laboral como trabajadores independientes (sea como vendedores ambulantes de comida o cualquier otro artículo de consumo no alimentario), el 29,9% son trabajadores asalariados, el 22,4% son trabajadores familiares no remunerados, el 1,9% son patronos y el 1,7% trabajadores del hogar. La pobreza esta acondicionada por un sistema económico que sustenta su desarrollo sobre la base de la explotación del hombre por el hombre, quizás debamos a Carlos Marx el haber descubierto el mecanismo de evolución del capitalismo, basado en el progreso de una clase dominante (el capitalista) sobre la otra clase explotada o dominada (la proletaria) por medio de la “plusvalía” (es parte del valor del trabajo no pagado justamente a los trabajadores) o como el mismo Marx diría “el trabajo de los pobres es la mina de los ricos”.  Esta condición se da con mucha nitidez en los países subdesarrollados y emergentes; y es poco notable en los países desarrollados ya que el capitalismo en su última etapa de desarrollo; el imperialismo; extrae de los excedentes de las ganancias  de sus capitales de los países subdesarrollados para posibilitar mejores y justos pagos a los trabajadores de los países desarrollados; sin embargo eso no quiere decir que se haya erradicado totalmente la pobreza en el mundo desarrollado por ejemplo aquí en los Estados Unidos  las personas que están en el umbral de  pobreza (Los umbrales de pobreza están pensados para usarse como un criterio estadístico, no una descripción completa de lo que las personas o familias necesitan realmente para vivir) es de 11.2% que representa a unos 9.1 millones de familias con cuatro miembros y con un ingreso anual de $ 23,000; imagínense este ingreso anual en nuestros países en vías de desarrollo corresponde a la de una familia de clase media, esto es parte del relativismo económico que existen entre las diferentes sociedades el mundo actual; al respecto para Juan José Gutiérrez, el presidente de la organización hispana “Vamos Unidos USA”, esta situación se debe a que: “… el país no ha definido sus prioridades de la forma más propicia. Los altísimos índices de pobreza no es algo abstracto, sino que tienen una relación directa con el hecho de que mientras no hay recursos, por ejemplo, para combatir la pobreza sí hay miles y miles y miles de millones de dólares para seguir haciendo invasiones militares, guerras y ocupaciones militares que están desangrando a la economía de la nación norteamericana...En primer lugar se tiene que invertir en la economía”;  en parte hay razón en lo que nos dice  Juan José Rodríguez, pero las dos últimas crisis del sistema capitalista mundial del presente siglo ha afectado de gran manera a la población más vulnerable de este  gran país. Nadie duda que  Estados Unidos es el país más poderoso del mundo actual, pero con todo su poder económico y tecnológico no ha logrado erradicar la pobreza; por ello se han creado una serie de programas a través de su Departamento de Salud y Servicios Humanos para paliar ese bache en su modelo  económico; sin embargo la desigualdad en los ingresos según el coeficiente de Gini es de 0.469; lo cual lo hace como uno de los pocos  países desarrollados con los niveles más altos de desigualdad de ingreso, comparable en ello con algunos países de ingreso medio tales como Rusia o Turquía.  Al respecto del tema que nos ocupa en esta breve reflexión no debo dejar de parafrasear una expresión, que siempre que era entrevistado, manifestara el padre Gustavo Gutiérrez quien decía: “La pobreza no es una fatalidad ni un destino, la pobreza es una condición, es una desgracia, es una injusticia económica y social.” Efectivamente para nuestro país la pobreza fue siempre problema endémico cuya causa es la situación de dependencia económica de nuestro país por los países imperialistas; primero fue el imperio inglés y después el norteamericano; con la anuencia de los grupos de poder económico nacionales antes representados por las oligarquías de los latifundios, de las finanzas y la industria nacientes en el Perú hasta fines de la década de los 60’ del siglo pasado; hoy este grupo de poder económico nacional organizados en la CONFIEP (La Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas) y que representan a los grandes dueños de la banca e industriales nacionales (No olvidemos de la catadura moral de muchos de los miembros de la CONFIEP  que pasaron por la salita del SIN de Vladimiro Montesinos sabe dios en que componendas y negociados). Si el nuevo gobierno del electo presidente Pedro Pablo Kuczinsky no atiende oportunamente el problema de la pobreza y la desigualdad de ingresos en nuestro país; el descontento de ese vasto sector de la población peruana se hará más ostensible creando el caldo de cultivo para que grupos extremistas de la izquierda comunista orienten la desconfianza de la población hacia las instituciones democráticas, canalizando dicho descontento popular en un clima de protestas (muchas seguramente justificadas) creando una desestabilización política social y las posibilidades de ganar caudal electoral para  acrecentar sus  posibilidades de ser gobierno el 2021.       
La reunión que sostuvieron en secreto el ex presidente del Banco de Crédito del Perú (BCP) Dionisio Romero Seminario y el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos, en el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).
2.- FUNCION PROMOTORA DEL DESARROLLO ECONOMICO E INDUSTRIAL DEL ESTADO

Los últimos tres gobiernos elegidos democráticamente en el Perú se limitaron a seguir un modelo económico impuesto por las instituciones internacionales tutelares del capitalismo mundial como son el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el Banco Mundial; donde la función del Estado Peruano se limitó exclusivamente al suministro de educación, salud, infraestructura básica, seguridad nacional y programas de alivio a la pobreza, estos gobiernos focalizaron el gasto público para combatir la pobreza de manera asistencialista.   El Estado peruano no es el protagonista principal de una estrategia de desarrollo articulado en áreas donde nuestro país posee ventajas comparativas para su desarrollo en industrias con mayor valor agregado;  al gran capital a través de sus  grandes corporaciones imponen un tipo de desarrollo en función a sus necesidades de expansión mundial y no en función a las necesidades de crecimiento y desarrollo de nuestro país para su despegue industrial. Ante la actual coyuntura de nuestro país se hace cada vez más vigente los planteamientos de Víctor Raúl Haya De La Torre cuando en una entrevista con el periodista Harry Hirschfeld, 23 de abril de 1946 dijera: “Nosotros no empleamos la democracia como paso o compás de espera para el socialismo o el comunismo; para nosotros, la democracia es una meta en sí. No queremos pan sin libertad como en Rusia. O libertad sin pan como en otras partes (Como las dictaduras conservadoras pro imperialistas). Queremos ambas cosas. No queremos arrebatar la riqueza a los ricos para dársela a los pobres; lo que perseguimos es crear nuevas riquezas para aquellos que no tienen ninguna. No queremos dictadores desde arriba, como en el fascismo, ni dictadores desde abajo como en el comunismo.” “…. nosotros planteamos ya las instituciones normativas de una democracia económica. En 1931 nosotros dijimos: Congreso Económico Nacional. Presencia en la institución del dialogo, del capital, el estado y el trabajo. Sabemos que el capital es indispensable: pero que debe ser controlado. El estado tiene que tener participación. Y el trabajo representado por los sindicatos de trabajadores, por las comunidades campesinas y los Colegios Profesionales, no pueden dejar de pertenecer a  este Congreso.” Es decir no basta con consolidar la democracia política de nuestro país sino también formar una democracia económica con lo cual se lograría una sociedad con crecimiento económico y equitativo, esto es con justicia social; es lo que se conoce como la socialdemocracia. Me parece que estas serían las normativas matrices para establecer un estado con capacidad de decidir el modelo económico de desarrollo que más le convendría a sus intereses; pero para ello tendría que haber dialogo y consenso entres todas las fuerzas políticas, sociales y económicas del país en un gran esfuerzo por sacar adelante y hacia el progreso a nuestra querida patria; un escenario algo difícil en la actualidad ya que las últimas campañas electorales han abierto ciertas heridas casi difíciles de cicatrizar en el corto plazo, es indudable que el fujimorismo que tiene gran mayoría parlamentaria hará lo imposible por evitar un buen gobierno de PPK, no veo en ellos buena voluntad para el dialogo que tanto necesita nuestro país. Ya que para crear ese nuevo poder del Estado llamado Congreso Económico Nacional necesitaríamos reformar la constitución fujimorista de 1993, ya sea en el aspecto económico o en su totalidad (lo que significaría elegir un Congreso Constituyente) lo cual en las actuales circunstancias es improbable.


¿Sera posible una concertación entre el Presidente Kuczynski y Keiko?  

Una de las falacias que se nos ha vendido en estos últimos años es que el desarrollo  económico de una nación se hace más ostensible en una sociedad con una economía de libre mercado; lo cual nos lleva a la siguiente pregunta ¿Existe realmente una economía de libre mercado en alguna parte del mundo actual? El desarrollo capitalista de los últimos ciento cincuenta años nos ha llevado a la conclusión definitiva nunca existió una economía de libre mercado y nunca existirá el libre mercado mientras existan las grandes corporaciones que han monopolizado todo el aparato productivo mundial integrando verticalmente toda la cadena productiva desde la fase inicial de la extracción de la materia prima, pasando por la fase de industrialización y diversificación de producción hasta la fase de  comercialización, donde también tienen el monopolio del mercado; con lo cual pueden manejar el precio del producto final en función a sus necesidades, antes del juego limpio de la oferta y la demanda; esta manipulación del mercado es lo que produce los cíclicos periodos de crisis del sistema económico capitalista mundial (Sobre este último punto merecería un capítulo aparte que más adelante desarrollare). Por esta razón soy creyente de la conveniencia de una Economía Social del Mercado, donde el Estado tenga una mayor participación en el desarrollo económico de nuestro país.     

Este escenario desde mi punto de vista seria el ideal, empero las circunstancias actuales exigirían un gran desafío para el gobierno entrante; la fortaleza del presidente electo Pedro Pablo  Kuczinsky es que tiene muy buenas relaciones con el mundo financiero internacional como para atraer inversiones en proyectos de industrias de procesamiento de la materia prima extraída tanto de las grandes centros mineros como de las pozos petroleros así como del gas de Camiseta; en vez que las grandes corporaciones que extraen estas materias primas los trasladen a otros lugares donde poseen estas grandes centros industriales de procesamiento, se hagan aquí en nuestro país; se empezaría con relanzar la Refinería de Talara modernizando sus instalaciones con tecnología de última generación; dinamizar algunos proyectos que se hayan paralizados y solucionar los conflictos entre la población que no están  de acuerdo con el funcionamiento de estos centros mineros y las fuerzas del orden, conflicto que tiene ya algunos años y que han paralizado estos proyectos y que por alguna razón no tan claras este gobierno no dio solución para llevarlos a cabo; me refiero específicamente a los proyectos  de  Tía María, en Arequipa, y Las Bambas, de Apurímac.   

Además debe prestar mucha atención a la nueva fuerza motora que moverá el crecimiento industrial manufacturero de nuestro país,  las PYMES, es decir la pequeña y mediana empresa hoy en día operando a través del crédito bancario con intereses altísimos (sabemos que estos Bancos pertenecen a los miembros de la CONFIEP) lo que reduce sus ganancias; el gobierno de Fujimori hizo desaparecer la Banca de fomento que en el pasado ayudó a crecer a muchas pequeñas y medianas empresas; hoy en día el  crédito de fomento canalizado a través del COFIDE es muy limitado; este es otro gran reto del próximo gobierno de PPK; buscar los recursos financieros necesarios para dar crédito barato para este gran sector que mueve la economía interna del país como son las PYMES, ya que el  Tesoro Público tiene recursos suficientes como para subsidiar este tipo de crédito canalizado a través del COFIDE; incrementar la inversión pública en carreteras a los sitios más recónditos del país de manera que las comunidades campesinas tengan fácil acceso a los centros de acopio para poder comercializar sus productos, sin tener que afrontar todas las penurias y ser víctimas de la delincuencia común o terrorista;   continuar con las obras de los túneles de penetración en la carretera central como son los túneles de Chacahuaro I y II; relanzar proyectos de construcción de represas principalmente en la sierra sur del Perú, que no solamente permitirá la construcción de Centrales Hidroeléctricas sino también una red de canales de regadíos para amplias áreas de cultivos; en fin hay una serie de proyectos realizables en nuestro país para explotar sus recursos y que el producto de su explotación sea redituable a toda la población equitativamente y no se quede en pocas manos, por  eso es importante el rol promotor y fiscalizador del desarrollo económico del país de parte del Estado Peruano. Hay mucho por hacer en este nuestro querido país, deseo que el actual presidente electo pueda tener la visión correcta para enrumbar nuestro desarrollo económico a un promisorio destino para beneficio de todos los peruanos sin excepción.        

    

Saturday, May 28, 2016




JORNADA OBRERO-ESTUDIANTIL POR LA LIBERTAD DE CONCIENCIA DEL 23 DE MAYO DE 1923



Victor Raul Haya De La Torre
El pasado 23 de Mayo, se recuerda en la historia de nuestro país del siglo pasado;   la jornada de la libertad de conciencia en el Perú, cuando hace 96 años la juventud universitaria conjuntamente con la clase trabajadora protagonizaron una marcha de protesta en contra la Consagración de la Republica al Sagrado Corazón de Jesús propugnada por el Arzobispo de esa época Monseñor Emilio Lissón en una pastoral de abril de 1923, bajo el auspicio del gobierno del Presidente Augusto B. Legia quien para soslayar el rechazo de una gran mayoría de la población que ocasionó  su reelección al mandato presidencial;  urdió esta maniobra de claro tinte político en confabulación con el Arzobispo de Lima declarando la celebración en una fastuosa ceremonia consagratoria de la República al Corazón de Jesús para el 31 de mayo de 1923. La juventud de entonces vio en esta pretendida maniobra el aprovechamiento del sentimiento católico del pueblo para justificar una posición injustificable  de tinte político-religioso y que significaba “un atentado a la libertad de conciencia y una injuria a la dignidad nacional”.
Haya y los trabajadores en uno de los locales de las Universidades Populares
 
Luis Alberto Sánchez escribe sobre los móviles de la pretendida Consagración al Sagrado Corazón de Jesús en los siguientes términos: “Entretanto, para afianzar la reelección, planeóse la consagración del Perú al Corazón de Jesús, no obstante que la Constitución garantiza la libertad de cultos. El Arzobispo Emilio Lisson coadyuvaba a este proyecto. Las actividades financieras de este prelado, que realizaba más viajes a Nueva York que a Roma, habían llegado a firmar un contrato con la firma yanqui 'Tred T. Ley and Co." para que ésta administrara los bienes inmuebles de la Iglesia peruana. Con el objeto de deslumbrar a los ingenuos, la casa Ley demolió dos viejas fincas del Arzobispado y alzó, en su lugar, rascacielos de cinco y seis pisos; pero, el precio de tanta magnificencia era, como siempre, la parte del león. . . Los periódicos denunciaron el hecho de que entre el Presidente de la República y el Vaticano se discutía la posibilidad de un Concordato, mediante el cual quedaría suprimida la libertad religiosa en el Perú, con predominio para el clero extranjero.
La consagración de la República al Corazón de Jesús formaba parte del vasto programa político de Leguía. Y Haya de la Torre resolvió atacar este propósito substancialmente de orden político, y defender la libertad de conciencia peruana.” (pag. 83-84; “Haya De La Torre o el político: Crónica de una vida sin tregua” por Luis Alberto Sánchez, Editorial Ercilla, Santiago de Chile 1936)

                                                                                      

PRIMERAS REACCIONES DEL ANUNCIO DE LA CONSAGRACION DEL PERU AL SAGRADO CORAZON DE JESUS

 
El Arzobispo E. Lisson recibiendo al Presidente Legia

El anuncio del Arzobispo de Lima en aquella pastoral de Abril de 1923 fue publicado inmediatamente por la revista “El Amigo del Clero” el  1 de mayo de 1923 en los siguientes términos:
 
“Anunciamos un gran acontecimiento que será de grande gozo para nuestro pueblo. La República peruana, católica por convicción, por tradición y por la Constitución, será consagrada oficialmente al Sacratísimo Corazón de Jesús en el próximo mes y la imagen de este Sacratísimo Corazón de Jesús será entronizada en la plaza principal de esta capital. Tomada esta determinación por el Episcopado nacional, interpretando la voluntad de sus feligreses, ha sido comunicada al señor D. Augusto B. Leguía, Presidente Constitucional de la República, quien, en su calidad de Patrono de la Iglesia en el Perú, se ha dignado tomar el acto bajo su oficial y alta protección y señalará el día y dictará las medidas que estime conveniente”.


Clemente Palma
El anuncio de la ceremonia fue recibido inicialmente con tímidas  muestras de repudio. El primero en manifestar su protesta fue Clemente Palma quien a pesar de ser diputado gobiernista  tuvo la valentía de publicar un artículo en el diario “La Crónica” y la revista “Variedades” que tenía a su cargo la dirección donde en su N° 794, de fecha  19 de mayo de 1923; escribiría lo siguiente: “la nación peruana, siendo católica, buena católica como es, no consentiría como nación, porque no conviene ni para su prestigio externo, ni para su tranquilidad interna, promover en estos momentos una demarcación religiosa, provocar enconos y divisiones, para que el poder eclesiástico ostente vanidades de predominio espiritual, que no se limitan al vasto campo de la conciencia privada y del hogar, sino que va hasta la involucración del Estado mismo, haciendo retroceder a los tiempos pretéritos” luego señala que la sociedad política opositora al régimen se podría agrupar  “…en una comunidad de protesta activa y sirva para dividir más a la familia peruana. Con este acto inconsulto el señor Arzobispo va a colaborar para que la política explote una nueva fuerza de desunión y de odiosidad.” Luego casi al finalizar su artículo con un desconocimiento total de la formación de una nueva generación pujante, con un nuevo espíritu reformador en los aspectos socioeconómicos del país y  pensando tal vez en la juventud de su entorno de clase social aristocrática  a la que encarnaba escribe;   “La juventud de hoy no es la ardorosa juventud de antaño, que se acaloraba con ciertos asuntos públicos; el pueblo hoy se inhibe de intervenir en esta clase de negocios, y en general toda la colectividad nacional prefiere no preocuparse de invasiones más o menos perceptibles de sus derechos. Por consiguiente, quizás nuestros temores no tengan un fundamento real, y sólo signifiquen deshago de crítica, inspirado por el sentimiento de la dignidad ciudadana y de respeto a nuestros fueros de miembros de una nación que tenemos la vanidad de creer civilizada”. Obviamente se equivocó en este último análisis de su artículo de protesta contra la Consagración de la nación al Sagrado Corazón de Jesús. Numerosas personalidades enemigas del régimen con afán de aprovechamiento secundaron pronto a la protesta, principalmente el diario El Comercio. Todos coincidían en señalar que se trataba de una maniobra política y de un atentado contra la libertad de conciencia. El ambiente estaba caldeado pero hacía falta que alguien tomase la iniciativa para canalizar la protesta. Había llegado el momento de la acción que correspondía a la nueva generación de obreros y estudiantes que se agrupaban en las Universidades Populares Gonzales Prada (UPGP). El domingo de 20 de mayo, una comitiva de estudiantes de la Universidad de Mayor San Marcos se dirigieron a las imprentas de  El Comercio, La Prensa, La Crónica y El Tiempo para que se divulgara una moción y una convocatoria dirigida por los estudiantes universitarios, alumnos de las escuelas especiales y de la universidades populares  a la asamblea general a realizarse  martes 22 de mayo de 1923 a las cinco de la tarde,  con el objeto de pronunciarse sobre la consagración del Perú al Corazón de Jesús y acerca de la declaración de principios, que con este motivo la juventud debe hacer. Nuevamente acudiremos a la versión de Luis Alberto Sánchez quien refiere lo siguiente: “Para llevar a cabo la campaña, organizada por la U.P. G. P. — cuyos profesores de entonces,  de los primeros días, eran Luis F. Bustamante, Oscar Herrera, Luis E. Heysen, Enrique Cornejo Koster, Julio Lecaros, Jacobo Hurwitz, Nicolás Terreros, — se emplearon varios medios. Ninguna ayuda fue desperdiciada. Los estudiantes, obreros, grupos de campesinos, profesionales y aun núcleos masónicos, y de simples adversarios políticos de Leguía, cooperaron a mover la maquinaria en "defensa de la libertad de conciencia" que capitaneaba Haya de la Torre.”


Haya De La Torre dirigiendose a los manifestantes en el patio de la Universidad  Mayor de San Marcos
“Y así llegó la noche del 22 de mayo. Reuniéronse profesores y alumnos de la U. P. G. P. en la Federación de Estudiantes. Haya de la Torre dijo: — Mañana vamos a dar una lección práctica al demostrar que nuestra pedagogía es algo vital. El que flaquee debe perder su puesto y ser castigado. Si yo flaqueo, que se me castigue o se me suprima. En esta lección viva, nosotros tenemos el deber de ser los primeros. Mañana vamos al laboratorio de la acción para una gran experiencia. Si no sabemos conducirla, seremos indignos de ser vuestros maestros. Vosotros debéis ser dignos discípulos, cumpliendo hasta el fin vuestro deber y cuidando, con toda energía, de que nosotros lo cumplamos". (pg. 85; “Haya De La Torre o el político: Crónica de una vida sin tregua” por Luis Alberto Sánchez, Editorial Ercilla, Santiago de Chile 1936)

LA EPICA JORNADA DEL 23 DE MAYO


Los manifestantes toman la Plaza San Martin aquel 23 de Mayo
“Amaneció el 23 de mayo de 1923. Desde las 4 de la tarde, el local de la Universidad de San Marcos estaba repleto de estudiantes y obreros. También pululaban los agentes del Gobierno y de congregaciones clericales, con el frustrado objeto de impedir la asamblea. Haya de la Torre llegó a las 5 de la tarde, venciendo mil obstáculos policiales. La salva de aplausos que lo recibió dio comienzo a la tensión. En la puerta del Salón General de San Marcos, Seoane detuvo a Víctor Raúl:

— Conforme a lo acordado, aquí tienes la moción que vamos a presentar. Léela.

— No tengo tiempo para leerla, pero si tú has intervenido en su redacción, la firmo ahora mismo. Ya conoces mi pensamiento. — Y Haya de la Torre firmó la moción central.” (pag. 87; “Haya De La Torre o el político: Crónica de una vida sin tregua” por Luis Alberto Sánchez, Editorial Ercilla, Santiago de Chile 1936)

En la parte considerativa de la declaración, los estudiantes anunciaron que querían defender la libertad de cultos y rechazar los avances del fanatismo, luchar por la adopción de principios radicales que integren la república al movimiento ideológico que hoy vive la humanidad. Calificaron la ceremonia como un hecho absurdo y anacrónico porque atenta contra la libertad de conciencia de la mayoría de los peruanos, acordando:

“(1) Protestar públicamente de la consagración de la república al culto del Corazón de Jesús;

(2) Pedir la separación absoluta de la iglesia y el Estado;

(3) Gestionar la reforma del artículo quinto de la Constitución en el sentido de reconocer expresamente la libertad de cultos y declarar que el Estado ni profesa ni protege religión alguna;

(4) Buscar la reforma de la actual enseñanza dogmática por medio de leyes que supriman las prácticas y cursos religiosos de carácter obligatorio, reemplazándolas por principios morales que eduquen el alma para la razón, para la tolerancia y para el ideal;

(5) Pedir la inclusión en el nuevo Código Civil, de la obligación del matrimonio de carácter civil con prescindencia de todo acto religioso, de la institución del divorcio, ya aprobado por el Congreso y la supresión de los tribunales eclesiásticos, que constituyen un atentado a la soberanía nacional;

(6) Conseguir la dación de leyes especiales sobre el clero que limiten sus facultades y exijan requisitos en el ejercicio de sus funciones, de manera que se forme un sacerdocio capaz de comprender y vivir su religión al margen de la vida civil y política del país;

(7) Solicitar la supresión absoluta de los titulados “derechos de parroquia” que son la explotación más innoble de los dolores y necesidades humanas; y el cumplimiento severísimo de las leyes que exigen en los párrocos la nacionalidad peruana; y,

(8) Gestionar la supresión de la sección primera del libro segundo de nuestro arcaico código penal, sobre los llamados delitos contra la religión católica.

En la parte final del documento, exhortan a los estudiantes a que difundan las ideas científicas para disipar las infantiles supersticiones y absurdos dogmatismos que impiden en nuestro medio el libre desenvolvimiento del espíritu humano. La invocación, también, se hizo extensiva a las instituciones para que se interesen por las reformas que tendrían carácter económico y social. Esta declaración fue publicada por el diario El Comercio. Jueves 24 de mayo de 1923.

Siguiendo con lo escrito por Luis Alberto Sánchez, testigo presencial de los acontecimientos de aquel día escribe lo siguiente: “Hora y media de ardorosos discursos. Al cabo de ellos, la Asamblea aprobó la moción que señalaba la Consagración de la República al Corazón de Jesús como una treta política y reaccionaria, y, como a tal, la rechazaba. Pero antes, Haya de la Torre pronunció un discurso formidable. El Tiempo, dijo en su edición del día siguiente, que Haya De La Torre "analizó brillantemente la figura de Cristo, exaltando la pureza de su doctrina y la elevación de sus ideales de humanidad y de justicia, que no se compadecen con los prejuicios y métodos absurdos que se están empleando". El elogio a Cristo en boca de Haya de la Torre tenía una sinceridad  tal, que hasta los reacios aplaudieron. Y creció el fervor. A las 6 y media, millares de manifestantes se echaban a la calle. La policía montada, sable en mano, detuvo al cortejo que desbordaba hacia la Avenida Piérola. Quedó rota la manifestación. El grueso siguió por la calle de los Huérfanos, mientras otros iban por la Avenida Piérola. Un piquete de la Escuela Militar se precipitó contra el grupo en que iba Haya. Este, saliendo al frente, se dirigió al oficial Freyre, que mandaba a los soldados, y gritó:

— La Escuela de Chorrillos no puede disparar. . . La Escuela no ataca al pueblo . . .

Y la Escuela no atacó. Pero, seguían las escaramuzas. En la esquina de los Huérfanos, un pelotón cerró el paso a los estudiantes y obreros, mientras otro atacó por retaguardia. Sonaron las descargas. Zumbaron las piedras. Tiros de revólver, gritos. Desde la torre de la Iglesia de los Huérfanos llovieron disparos sobre el pueblo. Al replegarse éste, dejaba tendidos varios heridos y dos muertos: el tranviario Salomón Ponce y el estudiante Alarcón Vidalón. Cinco soldados estaban sin vida. Otros tenían heridas graves. La multitud cargó para rescatar los cadáveres. Pero, era imposible. Los agentes armados preguntaban:

— '¿Dónde está Haya de la Torre? Vivo o muerto. . .

Y Haya de la Torre, en esos momentos, lleno de furia y de indignación, transitaba solo por el centro, y a grito herido detenía a los transeúntes, llamaba a los que estaban en las puertas, y exclamaba:

— Están asesinando a los estudiantes y obreros. . .Vengan conmigo... Vamos a la Plaza de Armas... Vengan si tienen dignidad... Vamos a gritarle a quien manda matar que la voluntad del pueblo es todopoderosa. . . Vengan... Abajo los asesinos... Mueran los criminales...
Salomon Ponce y Alarcon Vidalon, martires del 23 de Mayo 

Y la gente lo seguía. Y llegaron a la Plaza de Armas, frente a Palacio, venciendo a las tropas con la audacia magnética de tanto brío. Y ahí pronunció una terrible arenga.  De milagro no fue capturado. Pero había que dar la batalla en toda la línea. Fue a refugiarse al cuarto de un empleado de casa civilista. De ahí salió disfrazado, y disfrazado logró entrar, por la mañana del día siguiente, a la Universidad, a fin de dirigir la nueva asamblea. La Universidad de la Libertad se adhería a la actitud de los obreros y estudiantes de Lima. Hacía falta, sin embargo, algo más. En vano el rector Manuel Vicente Villarán trató de impedir que se realizara la asamblea. A las 12 del día del 24 se acordaba ir al paro general. Y, en seguida, a la calle. Los obreros que salían de las fábricas se unían a la manifestación y al paro. Aterrorizada, la fuerza pública replegaba ante el pueblo iracundo. Y el pueblo llegó de nuevo hasta frente a Palacio. Ahí hablaron varios oradores. Haya de la Torre, dirigiéndose a los soldados que espectaban absortos, exclamó en su peroración: “Quien asesina a estudiantes y obreros, no sois vosotros, soldados, que obráis bajo el terror: es el tirano que se esconde ahí". Nuevamente habló Haya al llegar a la Plaza San Martín: “Todos los ciudadanos quedan invitados — dijo — para las 3 de la tarde, a fin de ir a La Morgue y cautelar la autopsia de los mártires del pensamiento libre. Se les quiere inventar un fallecimiento. Estemos ahí para obligar a que la verdad triunfe”.
Los manifestantes en la puerta de la  morgue el 24 de Mayo 

“Desde la una del día estaban repletos los alrededores de la Morgue. Circulaban papelitos de diversos colores, con inscripciones incitadoras. La infantería, con la bayoneta calada, y la caballería, con el sable desenvainado, custodiaban la entrada a la Morgue. Un obrero, enardecido, pidió que se desarmara a los soldados. El grito extremista tomaba cuerpo. Había conatos de choques violentos en condiciones desfavorables para el Frente Único. Se había practicado ya la autopsia. Ante la presión de la multitud, no hubo médico capaz de emitir un certificado falaz: Ponce y Alarcón habían caído muertos con bala de fusil Mauser. La policía se incautó en ese momento de los cadáveres, y dispuso que se realizara el sepelio. Creció el tumulto. Obreros y estudiantes resueltos amenazaron a la tropa. Producíase ya una colisión cruenta, cuando surgió Haya de la Torre. Había logrado llegar disfrazado con los anteojos de Cornelio Koster, que lo acompañaba, un sombrero de Heysen, que también venía con él, así como el estudiante de Ciencias Naturales, Málaga. Cortando el diálogo cada vez más tenso Haya de la Torre llamó a los más exaltados y dijo:”

— "Yo respondo de que no se llevará la policía los cadáveres, pero que haya calma, que se cumplan las órdenes y que me dejen hacer. Respondo de que nosotros nos llevaremos los cadáveres"...
“Hubo un paréntesis. Heysen, Cornejo y otros estudiantes y obreros, destacados en comisión, se acercaron al Intendente a manifestarle que la multitud estaba llana a que en ese momento se realizara el sepelio, como quería el Gobierno, pero a condición de que obreros y estudiantes condujeran los ataúdes. Discusión acaloradísima. El Intendente no aceptaba nada. Retiro liso y llano de la masa. Griterío inmenso. Inquietábamos los caballos. Fulguraban las bayonetas al medio sol otoñal de aquella tarde tibia. . . Entretanto, Haya de la Torre, con otro grupo, resuelto a todo, entraba por la parte posterior a la Morgue, y substraíanse los restos de Ponce y Alarcón. El uno en la caja mortuoria; el otro en la tapa de aquella caja, ambos pálidos, marfileños, imponentes, con el aire trágico de la muerte; pegados los cabellos a las sienes, perfiladas,  rígidos. . . Llegaban ya los raptores a la calle, con su fúnebre carga, cuando el grueso de la multitud advirtió la estratagema y acudió a ayudarles en la tremenda empresa. La policía cargó, furiosa, sobre la muchedumbre. Relampagueaban los sables, escuchábanse disparos, surcaban las piedras el espacio, caían de uno y otro lado, pero el cortejo avanzaba . . . Fue una lucha titánica: más de dos horas para cubrir la distancia de un kilómetro. Los caballos de la policía, más humanos que sus jinetes, reculaban al llegar ante los despojos inermes de las víctimas de la víspera. Caían unos portadores, pero otros les reemplazaban. Llovían los golpes de sable sobre los mismos cadáveres, abriéndoles heridas que no sangraban. . . Carnes heladas, martirizadas hasta después de la muerte, pero tendidas ahí como un símbolo perdurable. . -



Volantes de protesta publicado por las UPGP por la pretendida maniobra politico-religiosa del arzobispo Lisson y el presidente Augusto B.  Legia

Piedras, tiros, sables, denuestos, palos, y el cortejo avanzaba hacia la Universidad. . . Haya de la Torre, rodeado por un grupo de obreros heroicos, dirigía la batalla cívica. Al pasar frente al cuartel de Santa Catalina, la tropa hizo un supremo esfuerzo para arrebatar los restos de Ponce y Alarcón. No pudo hacerlo. En la puerta misma de la Universidad, un negro gigantesco, sable en mano, sobre una cabalgadura menos feroz que su jinete, trató de impedir la entrada. Cayó derribado. Y la multitud irrumpió en los claustros, portadora de sus muertos; y atronaban el espacio ayes y hurras; y en el Salón de Grados de la Facultad de Letras, cuajado de doctores feudales, se erigió la capilla ardiente de los dos caídos.”

“La policía resolvió que nadie entrara a la Universidad. En cambio, franqueó la salida. Los que estaban en el local resolvieron, entonces, no abandonarlo. A las 9 de la noche, un policía secreta que simpatizaba con el movimiento obrero-estudiantil, avisó que a las 3 de la madrugada, la fuerza pública, por orden del Gobierno, asaltaría a mano armada San Marcos, a fin de extraer a los muertos y evitar el sepelio fastuoso.  Al punto  150 obreros y estudiantes recibieron la orden de inamovilidad y defensa. Haya de la Torre se encerró con los obreros y acordaron el plan defensivo- Los estudiantes de Ciencias y Medicina prepararon explosivo y gases lacrimógenos en el laboratorio. Obreros y estudiantes se situaron en la torre del observatorio meteorológico con la orden de incendiarlo, cuando no fuera posible resistir el ataque. Haya de la Torre, desde el salón del Decanato de Ciencias Políticas, ejercía el control general en unión de los delegados obreros... A las 10 de la noche, intempestivamente se presentó en el local de la Universidad el Ministro Rada y Gamio, con sus ayudantes, en plan de inspección. Entró a la capilla ardiente, y se disponía a una visita general, cuando, advertida su presencia, alguien gritó:

— Ahí está Rada y Gamio. . . A la pila, a la pila. . — y el Ministro salió a toda prisa del local universitario. Se alojó, por unos momentos, en una Comisaría vecina. A las 3 y media pasó frente a la Universidad el automóvil del Presidente de la República con las cortinillas bajas.

A las 4, "Sacrificio" — tal era el nombre de guerra del agente policial que ayudaba a los estudiantes — telefoneó diciendo que no se realizaría el ataque. A las 8 de la mañana llegó el Rector Villarán. Ya antes, Haya de la Torre había tenido que usar la férrea disciplina de acción contra el propio Rector. En la noche habían cambiado al Intendente de Lima, que ahora era don Julio Luna. Este aproximóse a la Universidad para parlamentar. El frente único lo rechazó, desconociéndole en su investidura. En tanto, las "mujeres libres", encabezadas por la doctora Miguelina Acosta Cárdenas, se unían al movimiento. El Rector, a un nuevo requerimiento del Intendente, confesó paladinamente: ''Nada puedo hacer yo: la Universidad está controlada por estudiantes y obreros; mi autoridad no existe". Luna insistió en tener una conferencia. El Rector fue en busca de Haya de la Torre.”

“Se encontraba éste descansando sobre el sofá del Decanato de la Facultad de Ciencias Políticas, tras cuatro días de absoluto insomnio, cuando Villarán llegó hasta él. Expuso el propósito del Intendente. Haya estaba descalzo y debía levantarse a dar órdenes. Manos solícitas y civilistas le alcanzaron los toscos y gastados zapatos. . . Se puso de pie. Dictó disposiciones. Al cabo se convino en que una delegación, con todo género de garantías, se entrevistaría con las autoridades. El propósito de éstas era evitar que el cortejo pasase por las calles céntricas, ya que no se podría evitar la manifestación. Continuaba el paro general. Además, se llegó a un acuerdo: habría garantías hasta el Cementerio. El Ministro no se comprometía a más. Haya de la Torre comprendió la amenaza y preparó el plan de batalla.”

          La multitud acompañan los féretros de los caídos el 23 hacia el cementerio

“A las 10 de la mañana salía el impresionante desfile de la Universidad. Iban 40,000 almas en pos de los féretros. Desde lo alto de la pila de Jurisprudencia, Haya de la Torre arengó a la muchedumbre, en cuyo centro, con pálidos semblantes, iban los catedráticos.

— Esto es espeluznante — comentaría, sin sonrisas, el doctor Manzanilla. . .

— Imponente — agregó don Luis Miró Quesada, quien, sin embargo, 10 años después calificaría de irreligioso ese acto en el cual participaba. . . Rojas banderas flamearon al viento, y avanzaba la muchedumbre con una disciplina admirable. Llegaban los primeros al Cementerio, cuando la cola del desfile estaba muy lejos. Desde la Cripta de los Héroes habló Haya de la Torre, en nombre de la Universidad Popular, glosando el mandamiento cristiano: “No matarás”. Cristo aparecía redivivo en la oratoria palpitante del líder. Hablaron en seguida Carlos Alberto Izaguirre, por el Ateneo Universitario Ariel", del cual era miembro Manuel Alarcón Vidalón; el doctor Humberto Borja, por la Facultad de Letras; el poeta Manuel Beltroy, por el Conversatorio Universitario; el chofer Emilio Bobbio, por su Federación; el textil Felipe Barrientos, por su centro representativo; el obrero Pedraza por las U. P. G. P. ; David Hevia por los ferroviarios del Callao; Borje, por los obreros de Vitarte, y Alcocer por los tranviarios... Terminaba la ceremonia. Pero, desde que Haya de la Torre descendió de la improvisada tribuna, se advirtió un movimiento agresivo de un centenar de agentes de policía para apresarlo en pleno Panteón. Pero, ya estaba dispuesta la vanguardia obrera que trabó lucha a brazo partido con los soplones, mientras se enterraba a los muertos y Haya salía por la parte del panteón viejo. Había fracasado su intento de quedarse en el Mausoleo de la Familia Billingshurst, por no haberse podido comunicar a tiempo. Saltó la tapia y, acompañado por un obrero, se dirigió a un escondite. Fueron avistados por la gendarmería, pero lograron salir del paso mediante un ardid. A lo lejos sonaban las descargas. Haya de la Torre desapareció de su acompañante en la calle de la Soledad . . . Al amanecer, los diarios publicaban el decreto arzobispal suspendiendo el acto de la Consagración, "considerando que la proyectada consagración de la nación al Corazón de Jesús se ha convertido en arma contra el Gobierno legítimamente establecido y contra las instituciones sociales" y "que la iglesia tiene misión de paz y fraternidad". Era ya el 26, y habían ocurrido muchas cosas. Heysen, Cornejo Koster, Hurwitz se hallaban perseguidos.

La noche anterior, fresca aún la jornada, un grupo de oficiales de ejército hizo llegar hasta el escondite de Haya de la Torre la tentadora proposición de llevarlo a Palacio". Haya de la Torre tenía entonces sólo 28 años. Su respuesta fue, sin embargo, categórica:

— Diga a esos jóvenes oficiales que les agradezco de todo corazón su oferta, pero que yo no necesito que me lleven a Palacio. Lo que necesito es la libertad absoluta del pueblo del Perú. Espero que coadyuven a ello. Nada más''.

Afuera, todavía sonaban las descararas. Y en los mandamientos del Sinaí se mantenía enhiesto el terminante: “No matar”. (pags. 85-91;  “Haya De La Torre o el político: Crónica de una vida sin tregua” por Luis Alberto Sánchez, Editorial Ercilla, Santiago de Chile 1936)

ENCARCELAMIENTO Y DEPORTACION DE HAYA DE LA TORRE

José Carlos Mariátegui  algunos años después escribiría en sus  “Siete ensayos de la realidad peruana” en relación a la pretendida Consagración del Perú al Sagrado Corazón de Jesús en los siguientes términos: “El 23 de Mayo reveló el alcance social e ideológico del acercamiento de las vanguardias estudiantiles a las clases trabajadoras. En esa fecha tuvo su bautizo histórico la nueva generación que, con la colaboración de circunstancias excepcionalmente favorables, entró a jugar un rol en el desarrollo mismo de nuestra historia, elevando su acción del plano de las inquietudes estudiantiles al de las reivindicaciones colectivas o sociales” (pág. 141 ‘Siete Ensayos de la Realidad Peruana” J. C. Mariátegui, Editorial‎ ‎Minerva, Lima-Perú; 1928)

Efectivamente la oligarquía de entonces vio con preocupación una nueva fuerza social no efímera sino organizada e ideologizada que amenazaba su “status quo” por esta razón el Presidente Legía representante de esta clase social emprendería una redada impecable a los autores intelectuales de esta magna protesta.  Cerrada la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, así como las Universidades Populares; Haya y sus colegas universitarios buscaron ponerse a buen  recaudo en escondites temporales, burlando la búsqueda de la policía; Haya se hallaba muy enfermo; “pero el Gobierno  trataba de batirlos en detalle, encarnizándose contra los profesores de la U.P.G.P. Mudó de escondite Haya de la Torre: lo halló en casa del doctor John A. Mackay, director del Colegio Anglo-peruano. Ahí, en Miraflores, pasó algunos días de convalecencia. La biblioteca numerosa — una bandera inglesa adornaba uno de los muros — fue su asilo preferido. En recuerdo de aquella estancia, Mackay retrató a Haya de la Torre en su habitación predilecta, con los propios hijos del hospitalario escocés. No sabían que, andando el tiempo, aquella fotografía hogareña, en la que aparecía como fondo la bandera de Mackay, habría de ser mixtificada para utilizarla como "prueba" de que el líder actuaba al servicio del imperialismo inglés. .” (pág. 95 “Haya De La Torre o el político: Crónica de una vida sin tregua” por Luis Alberto Sánchez, Editorial Ercilla, Santiago de Chile 1936).

El  2 Octubre de aquel año Haya es hecho prisionero y enviado al penal de la isla El Frontón; el prisionero se declaró en huelga de hambre, y la reacción popular representado en el estudiantado y la clase trabajadora de la UPGP no se hizo esperar  El 3 de octubre la Federación Obrera Local decretó el paro general con un pliego de reivindicaciones inmediatas que decía así:

1.- Que el compañero Haya de la Torre sea puesto en libertad y goce de amplías garantías;

2.- Que el Gobierno formule la declaración de que se permitirá el libre funcionamiento de las Universidades Populares González Prada, y de los sindicatos obreros;

3.- Que se ponga en libertad a todo estudiante u obrero que fuera apresado durante la presente campaña en pro de la libertad de Haya;

4.- Que se garantice que no se obstaculizará la formación de nuevas organizaciones obreras".

El 5 de Octubre Haya de la Torre logro hacer filtrar una carta al estudiantado y la masa trabajadora en huelga, carta que lo escribió al día siguiente de su llegada a San Lorenzo y que alcanzo a publicar la revista El Textil. Decía así:

LOS ESTUDIANTES Y OBREROS:

"Si estas líneas logran violar la insultante incomunicación en que se me tiene desde la media noche de ayer, llegue a vosotros mi saludo.

"El tan largo tiempo madurado proyecto de mi prisión y destierro se consumó al fin, aprovechándose de una de las muchas intrigas de Bajo Imperio, que nuestros prohombres de las diversas jaurías políticas promueven periódicamente, cada vez que el estómago les grita.

''Fui capturado por medio de un engaño del comisario de Miraflores, que, después de prometerme que se trataba de algo personal con él, resultó cómplice, inconsciente o no, del plan de prisión que consumó el Intendente Elías en persona. Con rapidez y cuidado fui traído. Comprendo que de lo que paga el Estado, lo que mejor marcha son los automóviles cuando arrebatan la libertad a un hombre. No sé cuál será mi suerte, ni me interesa pensar en ella. Cuido sí de ratificar en estos interesantes momentos de mi vida, la afirmación de mi credo revolucionario, ajeno, y muy lejos de la podredumbre política nacional."

“Represento un principio, un credo y una bandera de juventud. Agito y agitaré las conciencias hacia la justicia. Lucho por producir la precursora revolución de los espíritus, y maldigo con todo el calor de mi convencimiento a los explotadores del pueblo, que hacen del Gobierno y la política, vil negociado culpable."

“Si he de marchar al destierro, algún día he de volver. Retomaré a mi tiempo, cuando sea llegada la hora de la gran transformación. Ya lo he dicho y lo repito: sólo la muerte será más fuerte que mi decisión de ser incansable en la cruzada libertadora, que América espera de sus juventudes, en nombre de la Justicia Social.”

Prisión de San Lorenzo, 3 de octubre de 1923.

Haya de la Torre

Para  poner punto final al paro decretado  por la Federación Obrera el presidente Leguía aceptó todos sus puntos de reivindicaciones  excepto el primero;  el relativo a la libertad de Haya de la Torre. Con eso no transigía. El Gobierno tenía necesidad de librarse del líder, y resolvió deportarlo. Víctor Raúl tenía 28 años y 7 meses, cuando el 9 de octubre le conducían, pálido, sin fuerzas casi, a bordo del vapor “Negada”— un paquete alemán de carga— con rumbo directo Panamá.



Foto autografiada enviada por correo por Víctor Raúl luego de ser deportado. Allí podemos

leer: “Camino al destierro a bordo del Negada. Octubre 9-1923. Haya de la Torre”.




 

¿QUE REFLEXIONES NOS DEJAN PARA LA POSTERIDAD ESTE ACONTECIMIENTO SIN PRECEDENTES EN LA HISTORIA DE LA REPUBLICA PERUANA DEL SIGLO XX?


Durante las primeras décadas del siglo XX, se instauran una seguidilla de gobiernos en un periodo de tres décadas en lo que Jorge Basadre denomina con mucha razón la Republica Aristocrática caracterizada por el dominio del Partido Civil; quienes en realidad representaban a los intereses  económicos de la oligarquía de entonces como los hacendados azucareros de la costa, los industriales, los comerciantes, las élites terratenientes de la sierra y en concordato con los intereses económicos del naciente imperialismo norteamericano. El principal objetivo de estos gobiernos era indudablemente  favorecer sus inversiones y controlar a las masas populares; ignoradas en sus necesidades básicas y primordiales como mejoras en sus ingresos salariales, en un buen servicio de salud pública, así como de un eficiente sistema de educación en los sectores populares ya que estos gobiernos se despreocuparon de estos menesteres hacia las grandes mayorías nacionales donde en las áreas rurales existía un alto nivel de analfabetismo del mismo modo que en los sectores populares de las ciudades compuesto en su mayoría por los obreros de los centros industriales en crecimiento; así como de los grandes centros mineros y petroleros en manos de las grandes transnacionales extranjeras principalmente de empresas norteamericanas;  para estos gobiernos les era conveniente mantener los altos índices de analfabetismo ya que ellos, de acuerdo a las normas legales de la época, no podían ejercer el derecho al voto; si a ello unimos la fuerte influencia religiosa en las masas populares impuesta por el catolicismo a través de los siglos; se completa el cuadro de dominación de las masas en todos los frentes, ya que ellas no son participes de las decisiones políticas por falta de representación en las esferas del gobierno. La gran fe religiosa de la población peruana, principalmente de los estratos sociales bajos (el campesinado y la clase obrera) es bien aprovechada no solo por la oligarquía sino por las autoridades eclesiásticas de la Iglesia Cristiana Católica y Apostólica; quienes siempre estuvieron al amparo del poder político en desmedro de sus feligreses muy subrepticiamente. En ese estado de cosas desfavorables para las grandes mayorías desposeídas es que surge la figura del insigne intelectual, ideólogo anarquista y polemista  Manuel Gonzales Prada, cuya predica cala profundamente no solo  en el proletariado sino también en la mayoría de la juventud de comienzos de siglo XX denominados como la generación del centenario.   La aparición de la generación del centenario con figuras como José Carlos Mariátegui, Víctor Raúl Haya De La Torre, Luis Alberto Sánchez, Jorge Basadre, Raúl Porras Barrenechea, José Luis Bustamante y Rivero, Oscar Herrera, Luis E. Heysen, Enrique Cornejo Koster, Julio Lecaros, Jacobo Hurwitz, Nicolás Terreros,  Antenor Orrego Espinoza, Alcides Spelucín, Belisario Spelucín, Federico Esquerre, Juan Espejo Asturrizaga,Alfredo Gonzales Prada, Jose Jimenez Borja, Pedro Beltran, Arturo Sabroso, Pablo Abril, Luis Lopez Aliaga, Alberto  Arca Porro, Manuel Seoane, Emilio Romero, Juan José Lora, Jorge Guillermo Legía, Luis Flores, Julia Cordero, Carmen Saco, Magda Portal, Carlos Manuel Cox, Jorge Eugenio Castañeda, César vallejo, etc.; quienes a través de su ideología confrontaron las ideas preexistentes de la generación del novecientos. Es en la Universidad Mayor de San Marcos donde en 1919 se impulsa la reforma universitaria con el fin de poder elegir a los catedráticos para así poder recibir una formación de acuerdo a las diferentes corrientes ideológicas de la época, cuestionando el tradicionalismo de la educación universitaria y el dominio del civilismo en ese plantel de educación superior.  Luis Alberto Sánchez manifiesta en su libro “La vida del siglo” los antecedentes que inspiraron al espíritu abierto y libertario de esta generación, a una serie de acontecimientos, pues “…después de 1918 toda nuestra cultura experimenta una transformación radical hacia un nacionalismo humanista; varios hechos caracterizan, desde diversos ángulos, dicho cambio. La libertad de cultos en 1915; la Reforma Universitaria con la consiguiente libertad de catedra en 1919; los movimientos y organizaciones sindicales a partir de 1918; la conquista de las ocho horas laborales en 1919 y la legislación para la mujer y el niño que trabajan en 1917….” (pag. 50 “La vida del siglo” por Luis Alberto Sánchez; editado por Biblioteca Ayacucho, Caracas-Venezuela)


Las autoridades eclesiásticas ultraconservadoras  de la Iglesia Católica en el Perú vieron amenazada su predominio e influencia en la población con la ley de libertad de cultos por eso que tuvieron en el presidente Augusto B. Legía la oportunidad de recuperar posiciones  bajo la pretendida “Consagración de la Republica al Sagrado Corazón de Jesús”. La juventud de entonces  reacciono, no en contra de  una institución religiosa en particular; como sus opositores manifestaron y manifiestan actualmente;  sino como lo expresaron en su manifiesto “como un hecho absurdo y anacrónico porque atenta contra la libertad de conciencia de la mayoría de los peruanos”. Para finalizar quiero transcribir parte del ensayo sobre el tema expuesto por Mónica Ferradas Martínez  quien manifiesta: “La Consagración del Perú al Sagrado Corazón de Jesús fue intento de la Iglesia de consolidar y legitimar su opción contraria a la libertad de conciencia y en particular la libertad de cultos…”


“La jornada del 23 de Mayo fue el punto de llegada de una experiencia de frente único que había empezado a forjarse en enero de 1919 con la participación de los delegados estudiantiles a favor de las 8 horas para los trabajadores, experiencia que se consolidó en la Universidad Popular. Es también un hito en el desarrollo de la protesta popular. Fue la primera vez en que estudiantes y obreros marchaban juntos, enfrentándose a las fuerzas del orden, pero también fue la primera vez que multitudes donde participaban obreros luchaban por derechos que no fueran materiales. Pero, la jornada del 23 de Mayo fue también un punto de partida. No solo porque el inesperado desenlace, la consagración de Haya de la Torre y de toda una generación de obreros y estudiantes, derivó luego en una práctica política más estratégica, sino también porque, en el caso de Haya y de los que luego fundarían el Partido Aprista, la reivindicación principal de la protesta, la libertad de conciencia, los marcaría indeleblemente. La tolerancia y la libertad de conciencia fue una reivindicación que acompañó al Apra a lo largo de su historia.” (“El 23 de Mayo de 1923” por Mónica Ferradas Martínez, ensayo publicado por el Instituto de Investigación de la Universidad Nacional Federico Villarreal)